De principiantes a principiantes

Rafael Durian 

Crónica Ácida

La pasada sesión del congreso local fue muy esperada para muchos. En primera, porque fue la primera Sesión ordinaria del segundo periodo de sesiones ordinarias... en segunda, porque entraron a circulación la bola de diputados suplentes que cubren a los chapulines que persiguen alguna candidatura... y en tercera, pero no menos importante, una gran amiga reportera se iba a estrenar en las entrevistas directas a los legisladores locales.

A mí se me hace que por eso le dicen "Chiquiyunes"

 
Tanto los suplentes como la comunicadora demostraban un enorme nerviosismo en cualquier movimiento.
En el recinto, ambos se manejaban con cautela, algo controlados; sin embargo, llegó el momento en donde tenía que pasar lo que tenía que pasar... algunos suplentes se mostraban extrovertidos y felices; tal vez en exceso. Abandonaron totalmente la gaceta que en la mayor parte de los curules solo se abrió hasta ya iniciado el evento. 

Y regresa Gustavo Moreno como "Droopy", con la cola entre las patas, 

Para la mayoría, por no decir a todos, les parecía un mundo nuevo: que se tienen que sentar aquí... que si quiere un café tiene que hacer así... que para pasar lista debe poner el dedo aquí... bueno, eso en caso de que funcione el sistema, porque si el sistema no sirve, se aplica “a la antigüita”: con dedo en lo alto.
Por su parte, la reportera aún se le pasaron dos entrevistas. Solo estirando el brazo, micrófono en mano y bajo las palabras de ella, dice feliz: “me estrené con Tomás Montoya Pereyra... tuve algunos problemas... me trabé un poco cuando se me quedaba viendo a los ojos. Algunas preguntas las concluía él o las simplificaba para ser más exactas... yo creo que detectó en mí los nervios que tenía y decidió ayudarme un poco, siempre sonriendo y respondiendo... en general, me fue bien, me gustó”. 

La diputada Bizcocho y la diputada Conchita

En cambio, a quien no le fue tan bien fue al secretario de prensa de una de estas diputadas suplentes, quien al recibir un dato no completo o no confirmado aún, le replicó frente a buena parte del gremio: “¡cuando me pases un dato, pásamelo completo!, ¿Quién lo dijo?, ¿cuándo…?, ¿a qué hora?, yo no sé como le vas a hacer pero me resuelves esto”.
En fin, era también la primera sesión del compañero quien temblorosamente se la pasó enviando “guasaps” a buena parte de contactos.

O sea... si ya sabe que yo no pienso, que me dé los datos bien!!!