¿Reforma Financiera?

Brenda Caballero 
Números Rojos 

Suena mi celular. De nuevo es el mismo mensaje de hace varios días: “Tu banco te otorga un incremento en la línea de crédito de tu tarjeta. Si te interesa responde antes de 24 horas”.
¡Ay Dios! ¿bueno? ¿malo? pienso por un momento. ¿Para qué quiero una línea de crédito mayor?
a la mejor ¡alguna situación inesperada! Y después ¿cómo lo pago? Por lógica, si hago uso del crédito es porque no tengo dinero ¿me conviene la deuda?
Lo más raro es que no tiene mucho que me ofrecieron un incremento, y ahorita otro ¡Qué espléndidos son los banqueros! 
Le platico a un amigo y me dice que a él también le han ofrecido pero no lo aceptó, “porque ni lo ocupo, además con eso del secuestro exprés, si te levantan no te sueltan hasta que te vacían todas tus tarjetas”.
¿Será una reacción de la Reforma Financiera anunciada en días pasados? ¡Por supuesto que sí!
Aquella Reforma que no fue presentada hasta que fuera “planchada” por todos los miembros del Pacto por México, ¡pues todos tienen que estar de acuerdo! dizque por el beneficio de tooodos lo mexicanos.
Ciertamente, México necesita una serie de Reformas que lo transformen y lo hagan crecer en todos los aspectos, y ésta no es la excepción.
¿En qué consiste tal Reforma? Su función principal es fomentar el crédito del sistema financiero en “beneficio de las familias” las cuales podrán acceder fácilmente a un crédito con tasas de interés más bajas y así fomentar el desarrollo.
En lo que concierne a la Banca, deberá existir mayor competencia, lo que abaratará las tasas de interés, asimismo, ésta será evaluada por la Secretaría de Hacienda sobre su desempeño, así como en caso de que exista quiebra bancaria, se pretende proteger a los ahorradores.
Todo suena perfecto, sin embargo, también se habla de ejecutar garantías crediticias.
Anteriormente, si usted tenía un adeudo por crédito bancario, la Banca vendía su cartera o contrataba un despacho para recuperar algo del adeudo. Por lo que día, tarde y noche le hablaban para ofrecerle convenios de pago y poder rescatar, mínimo, el capital.
Con la nueva Reforma las cosas cambian, pues si ya no puede pagar el crédito, no habrá negociaciones sino embargo precautorio de sus bienes, en los que el propio acreedor podrá señalar los que quiera para liquidar el adeudo ¡ah! y si se le ocurre esconderlos, le pueden hacer un embargo provisional de los mismos.
Ahora que si usted decide esconderse o pelarse para no pagar, la autoridad competente lo podrá arraigar. ¿Cómo la ve?
Para llevar a cabo todo esto, se pretende modificar el Código de Comercio, la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
¿Cuál beneficio entonces? Posiblemente para las pequeñas y medianas empresas, esta reforma sea benéfica, pues no tenían el acceso suficiente a estos créditos.
Pero ¿para la población en general? Pareciera un absurdo ¿Por qué otorgar tanto crédito a personas que van al día? Lo único que se está haciendo es poner a la población y sus pocos bienes a disposición del Sistema Financiero. Desde luego que nadie nos obliga a tomar dinero prestado, pero la tentación es alta, igual que el costo, más aún cuando existe en el país una falta de cultura financiera.
Tristemente, una Reforma debe ser en beneficio del mayor número de la población, y ésta pareciera que lo único que incrementará será la cartera vencida y la cartera incobrable en beneficio de unos cuantos: la banca, pues la mayoría de los mexicanos cuenta con salarios de risa que apenas sirven para ir sobreviviendo día a día.
Lo que se debiera reformar son los salarios y los empleos, ésa sería una excelente Reforma que todos recibiríamos con gusto.
Suena nuevamente mi celular, un mensaje nuevo, ninguno de mis seres queridos, es la banca ¡otra vez!: “Tu banco te otorga un incremento en la línea de crédito de tu tarjeta. Si te interesa responde antes de 24 horas”. Pero ya pasaron 72 y más… ¿Última Oportunidad? ¡Chingaos! ¡Cuánta urgencia por endeudarme!

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