martes, 30 de julio de 2013

De pagar, lavar y cocinar

Brenda Caballero
Números Rojos

I
Creía que era un ciudadano común, hasta que dijo: “Quiero pagar más impuestos”. Medio incrédula y creyendo que era broma su declaración, le pregunté: “¿Por qué quiere pagar más impuestos?” A lo que respondió: “Porque siento que pago muy poco”.
Ciertamente no era común, ¿cuántas personas dicen que pagan pocos impuestos? Es más ¿cuántas acuden ante una autoridad hacendaria pretendiendo pagar más?
Él era diferente, ¡claro que lo era! su acento extranjero lo constataba: era italiano.
II
Después de tormenta viene la calma. Después de las elecciones… las Reformas. Y una de ellas que se está cocinando lentamente es la Reforma Fiscal. Ese único milagro que ansía el gobierno para recaudar y recaudar lo “irrecaudado” ante la falta de recursos financieros en el país, que permitan llevar a cabo obras y cumplir con una buena parte de los compromisos establecidos en el Pacto por México para beneficio de los mexicanos, ya que los ingresos aportados por Pemex y por las remesas extranjeras han disminuido considerablemente.

III
Una voz senil, me hace clavar mi vista en el televisor cuando escucho: ¡Atención todos, venimos a cambiar la forma en que han estado lavando! Aunque nosotras se las hayamos enseñado. Ariel Power Pods es la revolución del lavado. Es un tres en uno que contiene detergente concentrado, quitamanchas y abrillantador en una sola cápsula.
Una sonrisa y mi mente hacen que asocie el comercial de la actriz Mary Paz Mata, nana de la película Nosotros Los Nobles, convertida ahora en toda una “poderosa” del lavado, y acompañada por varias damas de su rodada, en las protagonistas de esta campaña de Ariel con la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, la cual entró en vigor el pasado 17 de julio de 2013. Aclaro que nada tiene que ver la empresa con “el lavado” (de dinero), sino que ahora que está de moda esta nueva ley, una cosa es cierta con el comercial… La forma de lavar no volverá a ser la misma. Ja, al menos eso esperamos millones de mexicanos.

IV
Y como toda cocina siempre desprende olores, el de la Reforma Fiscal no es la excepción y ya se desprenden olores buenos y malos conforme al tema.
Dentro de lo bueno, tal parece que por fin se van a gravar las inversiones y las ganancias en la Bolsa de Valores. Asimismo, se pretende subir el techo del Impuesto Sobre la Renta del 30 al 37 por ciento, es decir, pagarán más los que obtengan más riqueza. Además de que “ahora sí, se supone”, se suprimirán los regímenes fiscales especiales que aprovechan los grandes empresarios para no pagar tanto impuesto como subsidios, diferir el pago del impuesto hasta por cinco años o renegociación de créditos fiscales impagados.
Dentro de los malos olores, parece que ahora sí es inminente, generalizar el IVA al 16 por ciento y gravar la mayoría de alimentos y medicinas, dejando una canasta mini básica sin impuesto que incluya frijol, tortilla y huevos, así como medicamentos de uso frecuente.

V
Aún no salen tales reformas y partidos de oposición hablan ya de las consecuencias de esas reformas, como la evasión de impuestos u operar en la clandestinidad. Parece realmente injusto que se tenga que generalizar el IVA como si fuese un castigo porque los demás no pagan lo que deberían, haciendo cada vez más pobres a los que menos tienen. Triste es que no tengamos ni un poquito de conciencia como el italiano que quiere pagar más o al menos lo que él considera realmente justo.

Email: caballero_brenda@hotmail.com

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