domingo, 14 de julio de 2013

Mi ignorante razón


Imágenes integradas 1
Erwin S. Bárcenas Oliveros
Un Clavo al Ataúd
 
Yo no opino lo mismo que el tipo ignorante que va junto a mí y con el que nunca he intercambiado una sola palabra, pero el solo hecho de sentarse en el asiento de junto, en el transporte público, en el autobús o avión, lo hace invadir mi insustancial y no definido espacio personal, por tanto, de forma velada y muy convencional, ha declarado la guerra a lo que piense, haga o se me antoje merendar por el sólo hecho de atreverse a ponerse a mi nivel, porque yo, un tipazo informado por la modernidad, tengo en mi poder, un boca atascada de toda la maldita maldecida razón...
Sólo hay dos verdades, la equivocada y la mía”, es por estos días el mandamiento primordial de todo el que ya sabe usar Google o picarle al Wikipedia; el que ve atento los encabezados en el Noticiero de Joaquín o se chuta los resúmenes On Line tanto de Carmen Aristegui como los de Ferriz de Con y demás. El problema no radica en la fuente de la verdad en turno, sino cuántas verdades se toman en cuenta para obtener nuestra razón...
A diario, mies de mexicanos abanderan la causa justa para su causa... cualquiera que sea ésta, viven a favor o en contra de dicha razón, obtenida de alguna vertiente o mal llamado medio de información; consideran veraz u ominosa la noticia, opinión o frase, video, nota o pie de foto y encienden las antorchas, afilan los picos, limpian los tridentes y preparan las guillotinas sociales.
Hoy, aumentando la velocidad en gigabites gracias al poder de un Twitter o un Facebook, sólo mencionando las redes líderes mundiales, pero desafortunadamente para este mundo veloz en la dispersión de los sucesos, rapidez no es igual a exactitud, así como magnitud no es lo mismo que calidad.
Chespirito lleva tal vez 20 veces muerto y Ninel Conde ya goza de una fama y ganancias por susconfusiones venidas de Confucio, gracias a los miles de chistes sobre ignorancia que los MediaUsers le han proporcionado, pero la calidad de las notas es frustrantemente proporcional a lo viral de su propagación, en contraparte, notas importantes en su contenido y forma, mueren inmediatamente por no ser taaaan populares.
Una mentira repetida mil veces no se vuelve una verdad, una mentira dicha mil veces no será una verdad”. La verdad es sustancialmente proporcional a las veces que se repita —perdón— retuiteen tal o cual evento; ya no es necesario corroborar, informar o discernir, lo importante es que ahora que lo sabemos, sea como sea, podemos opinar, maldecir, sentenciar sin siquiera juzgar adecuadamente la noticia.
Este mismo texto carece de toda la información científica, estadística o geográfica para darse el lujo de ser la razón, pero como las demás fuentes o textos que usted lea, puede ser considerado para que, dentro de una gran ensaladera, usted ponga todas las más posibles versiones de la verdad, las coma, digiera, use lo que le sirva y deseche lo que no.
Vivimos tiempos del Yo creo, Yo digo, Yo supongo, Yo pienso... ese despiadado y peligroso sujeto de primera persona tan imperial, tan despiadado, no siempre es sinónimo de seguridad, a veces es el síndrome de un ente que sólo puso Creo, digo, supongo, pienso en el todoposeroso Google, dio “Buscar” y obtuvo su opinión personal, intentando, sagazmente, cumplir con ese sueño del ser humano convencional que es ser único, como todos.

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