martes, 10 de septiembre de 2013

Vayamos a ver si ya puso la gallina…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Bien, ok, mister, así que nos estás espiando Barak Obama, ¿desde cuándo? ¿No te parece que es un abuso de confianza? ¿Tú, nuestro gran vecino y amigo? ¿Tú, no sólo nuestro Tío Sam, sino, ya la verdad, nuestro Father, nuestro Gurú, nuestro gran Guía? No puede ser, qué escándalo…
Ya en serio, no sé a que tanto barullo con eso de que estamos siendo espiados por la Casa Blanca. ¿Acaso no lo han hecho desde hace mucho tiempo? En todo caso, hay que lamentarnos nosotros que no hacemos nada para evitar ser espiados, porque con una sola solicitud para que se investigue el caso de espionaje no se logrará nada, tan sólo que Obama haya prometido que se indagará el asunto. Y de promesas, ¿a poco no estamos hasta la madre?
En fin, que en esto del acto de espiar y vigilar, los mexicanos lo sabemos muy bien, porque recuerdo que de niño nos decían: “Ve a ver lo hace tu hermana(o)”; “Ve a ver si ya parió la marrana”; “Ve a ver si ya puso la gallina”. ¿Acaso esto no es mirar, vigilar, espiar?
El asunto del espionaje, desde luego, no es un asunto menor; revestido de gravedad, hay que apresurarnos a serle frente, sobre todo ahora con el avance de la tecnología.
Recuerdo las películas “La familia de mi novia” y “La espía que me amó”, por citar sólo dos de las muchas que hay donde de una u otra manera aparece el espionaje. Ahí tienen, en literatura, un chingo de narrativa sobre el tema. Stieg Larsson escribió la Trilogía Millennium, por ejemplo. Me viene a la memoria la novela “El ojo”, de Vladimir Nabokov, donde el personaje principal dice: “He comprendido que la única felicidad de este mundo consiste en observar, espiar, vigilar, escudriñar a los demás y a uno mismo, no ser más que un gran ojo, ligeramente vidrioso, algo inyectado en sangre, fijo. Juro que esto es la felicidad. Qué importa sea un poco bajo, un poco engañoso y que nadie aprecia todas las cosas notables que hay en mí: mi fantasía, mi erudición, mis dones literarios…”.
Creo que en todas partes todos nos estamos espiando e incluso nos están espiando desde afuera. El conductor y especialista en OVNIS, Pedro Ferriz Santa Cruz, que en paz descanse, lo decía: “Un mundo nos vigila”. Ahí tienen ustedes, ¿cómo chingaos no nos va vigilar los Estados Unidos, si somos su patio trasero? ¿Acaso no cuidará sus intereses?
 En el mes de junio pasado, en un concierto en Washingtong, Mick Jagger bromeó: "No creo que el presidente Obama esté aquí, pero estoy seguro de que está escuchando", lo que provocó abucheos de una parte del público, aunque debido a las opiniones cruzadas no quedó en claro si se trató de un signo de reprobación al comentario o una muestra de rechazo a la política de espionaje practicada por la Casa Blanca.
Alguien por ahí me dijo que con la vara que mides serás medido, y eso le está pasando a Peña Nieto, porque dicen que cuando dejó de hablar por teléfono con el mandatario mexicano, quien le pidió se investigara el caso de espionaje, Obama expresó carcajeándose: “Mexicanitos, ni los veo ni los oigo, sólo los espío y los jodo”. ¿No les recuerda algo?
 En fin, que mejor hay que vigilar a nuestros políticos, autoridades gubernamentales, representantes populares, ministros y etc., que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero, parafraseando a Indira Gandhi.

De cinismo y anexas
¿Y qué onda con la reforma hacendaria? Por lo pronto, dice el periodista Enrique Galván Ochoa que “hoy México está compuesto por 53 magnates de Forbes y 53 millones de pobres, es decir, un millón de pobres por cada magnate. Las políticas del clon del viejo PRI apuntan a que al final del sexenio habrá 60 magnates y 60 millones de pobres”.
 Por cierto, un amigo que no tiene pelos en la lengua, me preguntó: “¿Evaluación no te suena a evacuación?” “Son cosas distintas”, le dije. Y el comentó: “Pos a como dicen, muy pronto estas palabras serán casi sinónimas, porque si no pasas la evaluación, te mandan a la chingada, es decir, que pases a evacuar”.
 Por cierto, cuando hubo temblor de tierra con epicentro en Misantla, no se evacuó; pero cuando hubo temblor magisterial, ay, nanita, todos a evacuar. ¿Qué tal, eh?
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

jarl63@yahoo.com.mx

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