martes, 22 de octubre de 2013

El que esté libre de problemas…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

¿Cómo impedir que el mundo salte por los aires? Ese es el verdadero problema, considera Noam Chomsky. Porque de problemas estamos inmersos, más ahora, pero hay de problemas a problemas y muchos nos ahogamos en una vaso de agua, dijera mi madre. Cierto, Charles Bukowski, los perros tienen pulgas, las personas tienen problemas. Por eso, más nos vale irnos acomodando y batallar contra las dificultades, los aprietos y conflictos, las vicisitudes de la vida. No ahogarnos en un vaso de agua, porque cuando el agua te llega al cuello, no te preocupes si no es potable, ¿o no, Stanislaw Jerzy Lec?
Sin embargo, a veces como que nos hartamos de tantas complicaciones que incluso ya no sentimos lo duro sino lo tupido, y ni pa’ donde correr; pos no, puesto que estamos en este mundo, a donde quiera que vayamos irán con nosotros uno que otro contratiempo, mínimo, y hay que resolver. El que esté libre de problemas que arroje la primera piedra…
Alguien dijo que todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo. ¿Entonces? He ahí otro inconveniente, y por eso estamos como estamos. A nivel individual ahí se los dejo, por no ser metiche, ni psicoterapeuta, ni vendedor de ilusiones, mucho menos escritor de libros de autoayuda y superación personal. Pero en el ámbito general, de la situación del mundo y de nuestro país, pos a leguas se ve que estamos de la chingada y vamos derechito al matadero.
 Para empezar, ahí tienen ustedes que apenas si estamos saliendo de los desastres ocasionados por Ingrid y Manuel, y ya irrumpe el cólera, apenas si estábamos terminando el gobierno de la simulación de Felipe Calderón, y entra…, no, más bien regresa la administración priista con Enrique Peña Nieto donde parece que es y será un gobierno de la división, si bien nos va, porque puede que hasta de la destrucción… ¡Oh, no! Bueno, ‘ta güeno, no seamos drásticos, pero sí nos quedaríamos sin país, y eso sería un gravísimo problema o ya lo es, pos hasta dependemos de los Estados Unidos para pasar al repechaje en fútbol. Por cierto, fue el mismito Calderón quien propuso que nuestro país se llamara sólo México, y no Estado Unidos Mexicanos. Ajá, ¿y qué tal si mejor que se llame México de los Estados Unidos de Norteamérica?
En fin, que por problemas no paramos. Hace unos días, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, señaló que más de mil millones de personas, o una séptima parte de la población mundial, viven en condición de pobreza, por lo que la erradicación de este flagelo sigue siendo el mayor reto que enfrenta la humanidad. Y sostuvo que a los menos favorecidos les son negados sus derechos a la educación, al alimento, a obtener servicios de salud, a tener una vivienda digna. ¿Dónde he visto esto? Es un problemón, ¿no?
Jonathan Swift contó alguna vez: “Pregunté a un hombre pobre cómo vivía; respondió: ‘Como un jabón, disminuyendo siempre’”. ¿Entienden Méndez…?
Y hay muchos más problemas. Según el World Economic Forum (WEF), México está en el lugar 102 de una lista de 122 países en cuanto a la calidad del sistema educativo. La calidad de las escuelas primarias fue colocada en la posición 105, mientras que la enseñanza de matemáticas y ciencia están en el sitio 109 del primer Índice de Capital Humano (ICH) que realiza el WEF. ¿En serio? ¡Qué terrible! ¡Puras complicaciones! ¿Dónde andan las buenas nuevas?
¡Qué mundo! ¡Qué país! Con mucha razón el historiador inglés Arnold J. Toynbee decía que una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales, y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios. ¡Chin!, pobre México, no pasará al mundial, qué tristeza… Por cierto, fue Jorge Luis Borges quien dijo que el futbol es popular porque la estupidez es popular.
En mi caso, no tengo problema en ser normal, pero la locura me parece más divertida, como puso en su Facebook mi amiguita Isabel Ortega.

De cinismo y anexas
Por cierto, en este mundo desorbitado, “nadie acepta consejos; pero cualquiera aceptará dinero: por tanto, el dinero vale más que los consejos”, ¿verdad, Jonathan Swift”.
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

jarl63@yahoo.com.mx

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