Luis Alberto Romero
Hora Cero
Para resolver el enorme rezago de nuestro país en materia energética, el gobierno federal impulsa las reformas a las leyes que rigen a ese sector de la economía, del que dependen en más del 37 por ciento los ingresos de la federación.
Y es que la carga que pesa sobre Pemex en cuanto al financiamiento del gasto público y a la generación de divisas para el país impide que la paraestatal desarrolle, con nuevas tecnologías e inversiones, todo su potencial de crecimiento.
El problema energético de nuestro país no solo pasa por la falta del hallazgo de nuevos yacimientos importantes y por la incapacidad de extraer en aguas profundas, sino por la ausencia de inversiones en materia de petroquímica.
Actualmente, las reservas probadas de México llegan a más de 13 mil 500 millones de barriles de petróleo, lo que asegura al país unos diez años de producción, debido a que actualmente, la extracción es de 2.5 millones de barriles al día.
Sin embargo, las cifras podrían aumentar significativamente si se suman las reservas probables, con lo que se llegaría a unos 44 mil millones de barriles, y la producción diaria pasaría de 2.5 a más de 4 millones de barriles diarios.
En contraparte, en materia de refinación, México importa más de la mitad de la gasolina que consume.
Por si fuera poco, el rezago en petroquímica es aún mayor y las expectativas son limitadas porque prácticamente no hay nuevas inversiones.
El sector petroquímico se refiere a la producción de sustancias químicas básicas derivadas del gas natural, petróleo y carbón, como etano, hexano, etileno y propileno
En nuestro país funcionan 15 plantas refinadoras luego del cierre, hace más de dos décadas, de las que operaban en Azcapotzalco, Distrito Federal, y Poza Rica, en Veracruz; esas plantas tenían una capacidad de 155 mil barriles diarios.
Actualmente, la refinería más importante es la que funciona en Salina Cruz, Oaxaca, que tiene una capacidad de 310 mil barriles diarios.
Lo importante es que esa industria, la petroquímica, sirve para impulsar a otras 40 ramas de la actividad económica, como las industrias textil, automotriz, construcción, agricultura, y otras.
En ese contexto, cobra mucha relevancia la inversión que se desarrolla en el proyecto Etileno XXI, al sur de la entidad veracruzana, planta que tendrá una producción de un millón de toneladas anuales de etileno y polietinlenos, cuya importación actual representa para México un gasto dos mil millones de dólares al año.
Por si fuera poco, ese proyecto que se encuentra en construcción en Nanchital genera de 10 a 12 mil empleos actualmente y se estima que durante su operación, los empleos permanentes alcancen a 3 mil personas.
Así, en el sur de la entidad se aplican actualmente 3 mil 500 millones de dólares solo en ese proyecto, inversión a la que se sumarían otros proyectos de la empresa Odebrecht en materia de saneamiento, energía hidráulica renovable, producción de etanol, azúcar y energía renovable de biomasa que, juntas, podrían alcanzar 8 mil 100 millones de dólares en los próximos cinco años. De esa cifra, 6 mil 800 millones se destinarían a Veracruz.
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