jueves, 14 de noviembre de 2013

Tercer informe

Luis Alberto Romero
Hora Cero

Este día, el gobernador Javier Duarte de Ochoa rendirá su tercer informe de gobierno y con ello arrancará la segunda mitad del sexenio.
Hasta hoy, el ejecutivo veracruzano no solo ha enfrentado con relativo éxito las dificultades relacionadas con el propio funcionamiento del gobierno estatal, sino que también ha batallado con problemas que en su mayoría se debieron a factores externos.
Duarte ganó la elección en julio de 2010 y llegó al gobierno estatal el primero de diciembre de ese mismo año; al asumir el cargo ya sabía que enfrentaría los más graves problemas de deuda pública en la historia de Veracruz. Nunca un gobernador había encontrado tan cuantiosos pasivos.
El gobernador no solo se enfrentó al problema de lo que podríamos considerar como una bancarrota en cuanto a las finanzas estatales, sino que encontró una enorme deuda pública heredada por la pasada administración estatal; todo ello restaba capacidad de maniobra y obligó al gobierno veracruzano a reducir los gastos, adelgazar la nómina y encontrar nuevos mecanismos para cubrir pasivos. Surgió así el programa de retiro voluntario y un programa de pago de adeudos con proveedores, que continúa a la fecha.
Llegaron después los problemas relacionados con la delincuencia organizada y los hechos de violencia que ubicaron a Veracruz en el mapa de la nota roja nacional. Afortunadamente, los esfuerzos en materia de seguridad rindieron frutos y redujeron los índices delictivos.
En política, las elecciones locales de este año representaron también una prueba para el partido en el gobierno y particularmente para el gobernador de Veracruz, dado que en términos electorales, 2013 es la antesala de la sucesión estatal.
Sin duda, la mayoría en el Congreso local significa tranquilidad y capacidad de maniobra para quienes ocupan el Palacio de Gobierno.
De igual manera, la mayoría alcanzada en la elección para renovar a los Ayuntamientos significa una ventaja frente a la oposición, de cara a la carrera para suceder a Javier Duarte, que comenzaría en el quinto año de gobierno.
Para eso falta mucho porque el ejecutivo estatal se encuentra justo en el punto medio de su mandato.
Sin embargo, de antemano se manejan varios nombres dentro del Partido Revolucionario Institucional, mismos que incluyen a los dos senadores priístas; a dos y probablemente a tres secretarios del gabinete estatal que por lo visto ya velan armas para enfrentar lo que podría considerarse una lucha interna, a fin de ubicarse como los representantes del grupo en el poder en esa contienda sucesoria.
Y quienes añoran los tiempos del viejo PRI, quienes piensan que la futura decisión podría ser un centralazo, como era costumbre en las presidencias priístas de antaño, manejan dos nombres de veracruzanos que trabajan en altos cargos del gobierno federal: Fernando Aportela Rodríguez, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, y José Antonio González Anaya, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, ambos, economistas con estudios en el extranjero pero sin la mínima presencia en Veracruz.

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