lunes, 16 de diciembre de 2013

Retenciones de recursos a universidades

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales 

El gobierno del estado de Veracruz retiene partidas presupuestales de las instituciones de educación superior, igual que lo hace con otras instancias, a la par que beneficia a instituciones educativas de educación media y superior que manejan operadores electorales del priismo.
La Secretaría de Finanzas y Planeación, junto con la Secretaría de Educación de Veracruz, igualmente hacen transferencias y modificaciones a los presupuestos de las instituciones educativas sin consultar a estas.
De hecho, hay universidades e institutos tecnológicos favoritos del gobierno del estado (al menos en los informes de rendición de cuentas) mientras que a otras instancias las castigan sin casi entregarles recursos.
Paradójicamente las dos instituciones más afectadas por el manoseo presupuestal y los recortes son las que mayor rango de manejo de imagen educativa le dan al estado, las universidades: Veracruzana (UV) y la Popular Autónoma de Veracruz (UPAV).
Esta irregularidad en parte explica el porque de los bajos índices de desarrollo educativo que existen en el estado, porque las instituciones no pueden adquirir equipo, herramientas ni insumos para la enseñanza.
¿Quién decide cómo se debe mover el presupuesto de las instituciones educativas?, ¿el secretario de Finanzas, Fernando Charleston, o el de Educación, Adolfo Mota?; ¿O entre los dos se ponen de acuerdo del recorte que le harán a las instancias educativas?, ¿o la instrucción del recorte llega directo de Palacio de Gobierno y ellos nada más ejecutan lo que se les ordena?.
Supuestamente la integración de un presupuesto es para que no se den estos manipuleos, pero como el Congreso del estado le tiene sin cuidado los recortes a los recursos de las instancias educativas (y en general el de todo el gobierno del estado), desde la Secretaría de Finanzas hacen lo que se les da la gana.
Pues bien, los recortes se hacen y el Secretario de Educación, Adolfo Mota, nunca se ha preocupado por pelear la entrega de los dineros a las instituciones de educación superior adscritas al gobierno del estado.
¿Qué pasa con la UPAV?.
La Cuenta Pública Consolidada 2012 del gobierno del estado muestra claramente en su cuadro de “Transferencias a Organismos Descentralizados” que a la Universidad Popular Autónoma de Veracruz en el año 2011 le entregaron sólo 4.5 millones de pesos, mientras que el presupuesto que tenía asignado para ese año era de 18 millones de pesos.
La cifra que se anota como entregada en 2012 son 5.6 millones de pesos cuando ese año el presupuesto de la UPAV era de 21 millones 600 mil pesos.
¿Quién autorizó estos terribles recortes en el presupuesto de la UPAV?, ¿quién modificó la Ley de Egresos tan impunemente?.
Vaya, para el 2013 el presupuesto autorizado de la UPAV es de 23 millones de pesos, pero igual los recortes vía la no entrega de recursos permanecen.
En el caso de la Universidad Veracruzana el “Informe Trimestral del Gasto Público, del 1º de enero al 30 de junio de 2013”, muestra la forma en que se le retienen los recursos.
En el cuadro “Integración de Egresos del Sector Central” se apunta un presupuesto aprobado por 4,302 millones 200 mil pesos para este año. Ahí se muestra como a otras instancias, incluso del sector educativo se les han entregado recursos de forma abundante y puntual, al menos en el papel, pero con la Universidad Veracruzana se nota una retención de los mismos.
Incluso de forma proporcional, con ese monto a la UV tendrían que haberle entregado al primer semestre del año 2 mil 151 millones de pesos, pero la aportación sólo fue de 2 mil 83 millones 394 mil 389 pesos; hicieron falta 68 millones de pesos.
Otro ejemplo que muestra la poca consideración del gobierno del estado para ambas universidades (¿quién hubiera pensado que serían compañeras del mismo dolor cuando al principio se planteó a la UPAV como competencia posible para la UV?) son los incrementos autorizados a otras instancias de educación media y superior, mientras que a estas se les limitan los recursos.
El Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (Cobaev), en el 2011 tuvo un presupuesto asignado de 710 millones de pesos, cantidad que para el 2012 creció hasta 825 millones de gasto ejercido, un 16.19% más.
Pero este crecimiento es raquítico, porque para este 2013, año de elecciones (ahora en manos de Carlos Aceves Amezcua, operador electoral desde los tiempos de la fidelidad), al Cobaev le asignaron un presupuesto inicial de 780 millones de pesos, pero además una ampliación de 249 millones 350 mil 289 pesos (cuadro de “Estado del Ejercicio del Presupuesto de los Organismos Públicos Descentralizados” del Informe Trimestral del Gasto Público, del 1º de enero al 30 de junio de 2013) lo que lleva a esa instancia a un ejercicio anual de 1,029 millones de pesos, 350 mil 289 pesos.
¿Porqué al Cobaev le dan un incremento tan sustancial y a la UV y a la UPAV incluso les recortan sus partidas?
Otro ejemplo de buen trato por parte del gobierno del estado es el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz, que dirige Fernando Arteaga Aponte, también operador electoral del priismo (y quien ha buscado ser presidente municipal de Veracruz en las dos últimas elecciones).
A esta instancia en este año le autorizaron 177 millones 400 mil pesos, pero le dieron una ampliación presupuestal de 43 millones 557 mil 36 pesos, para ejercer antes de las elecciones de este año.
Un caso más de incremento presupuestal asignado antes de las elecciones de este año: el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica del Estado de Veracruz, que dirige Federico Márquez Pérez, quien igualmente es operador electoral del fidelismo, exalcalde de Papantla.
Para esta institución el presupuesto inicial fue de 165 millones 487 mil 721 pesos, mas una ampliación de 59 millones 698 mil 102 pesos, lo que suma 225 millones 185 mil 823 pesos.
Pero bueno, los incrementos presupuestales en este año también se dieron para los institutos tecnológicos en el estado, incluso en forma tan exorbitante como el caso del ITS de Poza Rica, donde la ampliación es casi 4 veces y media el presupuesto original asignado, de 19 millones 854 mil pesos a 86 millones 503 mil 652 pesos. En ese municipio se jugó el continuismo de la administración municipal de Alfredo Gándara Andrade, quien es operador del fidelismo, también, y ahora diputado local. El director de esa instancia, Miguel Ángel Martínez Juárez, igualmente es de las figuras que tienen amplia participación política desde el fidelato.
Otro caso de una ampliación presupuestal amplia es la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz, ubicada en Cuitláhuac, en la zona centro del estado de Veracruz.
A la misma se le autorizaron casi 63 millones de pesos de ampliación presupuestal, lo que representa casi 4 veces más que su presupuesto original por 16 millones 500 mil pesos. El rector Guillermo Lozano Sánchez es parte del equipo de Francisco Rangel Cáceres, ahora Secretario Técnico del Consejo Interinstitucional Veracruzano de Educación (creado a principios de este 2013 y que nadie sabe para que sirve), cargo que le dieron como premio de consolación ante su interés por la candidatura a la presidencia municipal de Córdoba.
Así pues la pregunta es ¿qué criterios sigue la Secretaría de Finanzas para la reasignación de presupuestos?, ¿porqué el secretario Adolfo Mota no lucha porque se respeten los presupuestos de las instituciones de educación superior?.
¿Los recursos sólo son para las instituciones en las que al frente de la misma se encuentran los operadores electorales?.
¿O Adolfo Mota y Fernando Charleston sólo tratan bien a quienes son parte de su grupo?

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