martes, 7 de enero de 2014

Entre predial y basura

Brenda Caballero
Números Rojos

Hacía mucho frío, sin embargo, en la fila, ya había 6 personas formadas para pagar el Impuesto Predial. De inmediato, tomé el lugar número 7 y en un dos por tres la hilera se había incrementado en unas 20 personas aproximadamente. ¡Todos querían pagar sus impuestos!
Una chica se acercaba indicando que si teníamos rezago o éramos pensionados y jubilados no podíamos pagar en ese módulo, sino directamente en Palacio Municipal.
Más de uno se “desformó” y salió molesto, pues comentó que no se había hecho un aviso previo.
Mientras esperábamos que el módulo iniciara operaciones, conocí a Don Luis, un maestro próximo a jubilarse, quien en más de una ocasión arremetió contra la Reforma Educativa y su creador, Kike Peña.
Le interesaba pagar lo más pronto posible todos “esos impuestos” como el predial y la tenencia ya que si no lo hacía, el guardadito que tenía para hacerlo se le iba a ir de las manos y se iba a quedar “chiflando en la loma”. Incluso, ya había pagado el agua anual, lástima que con la luz no pasaba lo mismo. Su amena plática hizo más rápida la espera y por fin empezaron a cobrar.
Tocó mi turno, predial y servicio de limpia pública: trescientos setenta y cinco pesos ¡con descuento ya incluido por pagar a tiempo! Me despedí de Don Luis, y mientras caminaba revisaba mis recibos y casi me infarto como Alma Muriel (que en paz descanse) ¡pago más de servicio de recolección de basura que de impuesto predial! ¡válgame Dios! casi 47 pesos más ¡y con descuento!
Y como creo que cuento mejor de lo que escribo, ahí me tiene que al llegar a casa, saco todos mis pagos de hace unos años, desde el año 2003 para ser exacta y revisando el dichoso pago de la basura me doy cuenta que en ese año no había, sino hasta el año 2005 cuando lo implementaron, y efectivamente, en ese año, pagué más de basura que de predial, aunque sólo fueron 26 pesos con descuento, situación que ha coincidido a través de los años siguientes, pues siempre he pagado más ¿Por qué no me había dado cuenta antes? pensé, ¿descuido? Tal vez, aunque realmente ahora siento más la crisis que en aquellos años; hoy, el dinero ha perdido su poder adquisitivo y alcanza menos, por lo que pagar un peso adicional hoy en día se siente más.
Como ya estaba muy caliente con eso de los pagos del impuesto predial y de la basura, que saco mis pagos archivados y que me pongo a hacer una tablita comparativa de diez años, descubriendo que, mientras hace una década, entre un año y otro, el impuesto predial subía aproximadamente cinco pesos; los últimos tres años, el incremento en este gravamen fue de 7 pesos y varios centavos, con descuento por pago anticipado.
No así la basura, que inicialmente se llamó “Derecho de Limpia Pública”, nombre que cambiaron en el 2009 a “Derecho por Servicios de Recolección, Transporte y Disposición Final de Derechos Sólidos”, y pues con toda razón hasta ganas de reclamarle al Ayuntamiento daban, pues según la Constitución todos los mexicanos tenemos derechos, luego entonces ¿Por qué pagar el derecho de la limpieza? Solo faltaba que nos dijeran que es para comprar jabones y detergentes para dejar reluciendo de limpio.
Para el 2014, la situación no ha cambiado, aunque el valor catastral de mi vivienda sigue siendo igual que hace diez años, yo pago más por lo mismo, “con otro” adicional de basura, más caro que el mismísimo impuesto predial.
Cuánta razón tiene Don José Alfredo Jiménez en su canción Camino de Guanajuato cuando dice “No vale nada la vida, la vida no vale nada” porque si la vida no vale nada, a estas alturas mi vivienda menos… ¡Hasta recoger la basura sale más caro!

Email: caballero_brenda@hotmail.com

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