martes, 21 de enero de 2014

La muerte y los impuestos

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

No sé ustedes pero la verdad es que a veces no creo ni en mi propia sombra. Sí, lo sé, así no resulta vivir, en algo se tiene que creer. Ya lo dijo Benjamin Franklin, no hay nada tan cierto en el mundo como la muerte y los impuestos. ¿Lo demás es lo de menos?
No hace mucho mi querido cantautor Juanga expresó que hay que respetar a las instituciones, a las locales, a las estatales “y primordialmente a las federales. Creo que hay que demostrar cariño y amor a nuestro presidente Peña Nieto. Soy artista y estoy agradecido por lo que las instituciones me han permitido superarme. Creo que cada quien en lo que nos dedicamos debemos poner en alto el nombre de México”. ¡Sopita pal niño! ¿Acaso mi Juanga sigue debiendo impuestos?
En fin, a estas alturas ´ta canijo creer en nuestras instituciones y autoridades porque pa’ éstas la vida les sonríe, pero para el resto de los mexicanos la vida sigue igual…de jodida. Ah, pero eso sí, ya el IFE aprobó la distribución de más de 3 mil 925 millones de pesos, recursos públicos que se chingarán, perdón, que utilizarán los partidos políticos este año, y que representa el 6 por ciento de incremento respecto al año anterior. ¡Orale!
Más lanita pa´ los pobrecitos partidos políticos del PRI (1 mil 92 millones); PAN (917 millones 195 mil); PRD (699 millones 207 mil); PT (301.1 millones); PVEM (284 millones); PANAL (286.3 millones) y Movimiento Ciudadano (284 millones). Ah, claro, la democracia cuesta, ¿no?
Tal parece que todos están cortados con la misma tijera. Enrique Semo dijo alguna vez que el PRI no es la derecha, pero es la raíz y la razón del partido único en la historia del sistema político mexicano. “Tuvo una duración de casi 80 años, y ahora quiere reeditar, modernizada, esa tradición: la ideología del hombre soltado a las fuerzas del mercado, es decir, una modernidad dependiente, donde el pueblo no participa con ganancias claras, como fue la modernidad de Europa. Aquí todos los beneficios de los cambios son en favor de una pequeña élite”.
 agregó: “Todo es posible en el país, hasta esa democracia que es negociación entre intereses contrarios y que cuando el pueblo participa organizadamente es una democracia que puede lograr muchos de sus objetivos por la vía no violenta. Pero evidentemente quienes están al frente del poder no tienen ningunas ganas de democracia participativa, pues ni siquiera han respetado los principios de la democracia representativa, dadas las elecciones de 2006 y 2012 que presentan, cada una a su manera, serias dudas sobre la posibilidad de un fraude gigantesco”.
Así, ¿en qué chingaos creer? A la falta de credibilidad a nuestras instituciones, agréguele usted incertidumbre y miedo, porque la muerte y los impuestos están a la orden todos los días.

Los días y los temas
El INEGI nos pone la piel de gallina. En su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), informa que en el 2012 se registraron 105 mil 682 secuestros en el país, un promedio de 50 mil al año de 2010 al 2012. ¡En la máuser!

De cinismo y anexas
Juan José Millás, en su artículo “Una cosa Buena”, escribió respecto a la situación actual de España: “Nos ha tocado vivir una época prodigiosa en la que nada es lo que parece. Los propios presidentes del Gobierno tampoco son, en la medida en la que obedecen órdenes de las mafias internacionales de la economía financiera, presidentes del Gobierno”. Algo me recuerda, algo…
Por lo pronto ahí se ven.

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