martes, 4 de febrero de 2014

No pasa nada

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Dicen que el miedo no anda en burro, y, claro, no es para menos, sobre todo en estos tiempos violentos, de sombras, mentiras, traiciones y malos presagios… Vaya, creo que estoy exagerando y poniéndome de telenovela y, de pilón, barata.
 En fin, que la situación actual es, mínimo, para pensarse. ¿Quién si no ha padecido o ha sabido de asaltos, madriza de pandilleros, extorsiones, secuestros, intimidación policiaca y otros atropellos físicos y psicológicos, por decir lo menos? Aquí mismito en nuestra ¿bella? Xalapa ha sucedido de todo; hay cierto temor y miedo por que las cosas prometen seguir poniéndose de la chingada. Y más para el ciudadano de calle, que no tenemos ni pa’ bicicletas blindadas…
 Según datos de la organización civil Alto al Secuestro, presidida por Isabel Miranda de Wallace, en poco más de un año, México acumuló 2 mil 663 casos de plagio. ¡No mames!
Y si quieren más cifras, sólo adéntrese en algún buscador de internet y… ¡Eureka! Por lo pronto, dicen que el 60 por ciento de incidencias de secuestro se concentran en 5 estados; 537 casos se registraron en el Estado de México; 237 en Morelos; 198 en Tamaulipas; 189 en el Distrito Federal y 157 Veracruz. ¡Ay nanita!
Pero no pasa nada, que no cunda el pánico, el Chapulín Colorado está con nosotros. Y si no, simplemente hagamos lo que dice un letrero en un autobús de pasajeros: “Esta unidad está muy bien monitoreada vía satélite por mi vieja, mi suegra y uno que otro vecino chismoso”.

Los días y los temas
El pasado 28 de enero, en la decima sexta sesión ordinaria de la LXIII Legislatura local, el diputado Ciro Gonzalo Félix Porras, a propósito de la reforma aprobada al artículo 112 de la Ley de Pensiones del Estado, expresó clarito: “La seguridad social se puede entender como certeza, como confianza. La seguridad social es tranquilidad”, y luego agregó: “Con esta reforma al 112 se protege a esas mujeres, a esos hombres que durante muchos años, con el sudor de su frente, se entregaron a un trabajo desde diferentes trincheras, pero contribuyeron al desarrollo social y económico de nuestro Estado y que por motivos, por circunstancias, vamos a decir apremiantes, obtuvieron adeudos y que al momento de pedir su jubilación, la jubilación deseada, ven afectada esa antigüedad en la cual ellos contaban para el resto, vamos a decir, para el resto de su vida, lo cual es muy importante”.
 Félix Porras dijo: “La antigüedad es muy importante. La antigüedad tiene que ser respetada. Es un derecho, no es un privilegio. No es algo que nosotros le vayamos a obsequiar. Es algo que los trabajadores se ganaron y que nosotros tenemos la obligación de plasmarlo en la norma y que eso, ese retiro planeado, añorado, esa ilusión para lo que tantos años trabajaron, lo puedan ver materializado; que se cumpla esa ilusión y que tengan una vida digna, posterior a todos esos años de trabajo entregado y, de igual forma, de esta manera, sumamos a la política de trabajo de este gobierno, una política de respeto, una política de resultados, una política sensible, donde las cosas se hacen bien hechas. Es la mística de trabajo de Javier Duarte de Ochoa”.
 ¿Qué tal, eh?

De cinismo y anexas
Mi adorable Goyita, que trabaja duro en la Secretaría General del Congreso de Veracruz, bajo el mando del destacado Francisco Loyo Ramos, me comenta alegre y simpática: “El amor y el interés se fueron a pasear un día; pudo más el interés que el amor que se tenían”.
Por lo pronto ahí se ven.

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