Místicos y Terrenales
Muchos ya lo saben, porque además Elizabeth Morales se ha encargado de soltar la insinuación con “sus amigos” y “en confianza” ¿porqué no podría ser ella la candidata a la gubernatura de Veracruz para el año 2016?.
Bueno, dejémoslo en una versión de alguien que ¿quiere bien? a Elizabeth Morales.
La exalcaldesa de Xalapa, ahora presidenta del PRI estatal, realiza un recorrido por todo el estado para reestructurar los consejos políticos y comités municipales, cumpliendo una orden de quien realmente la llevó al puesto que ahora tiene, de crear una estructura favorable a la corriente que hoy tiene el poder en el estado.
Pero Elizabeth está colocando a “su gente”, para convertirse ella en la corriente de poder dominante.
Y en el armar “su estructura” está dispuesta a meter como dirigentes del PRI a personas sin militancia en el mismo, que están en otros partidos, pero con quienes puede establecer nexos para tejer su red. Esta intención de llevar dirigentes de otros partidos la deslizó en Coatzacoalcos el 23 de abril.
La versión es que Elizabeth se reúne con “su gente” y “sus amigos” a quienes les comenta el trabajo que anda haciendo y en esas platicas desliza que ante la falta de un candidato propio del grupo en el poder para la próxima elección gubernamental, ella podría convertirse en la candidata en un momento coyuntural, incluso impulsada por el grupo en el poder.
Su razonamiento es muy sencillo: Alberto Silva fue sacado de la contienda al colocarlo en Comunicación Social; Salvador Manzur, está vetado por el balconeo preparando mapacherías electorales y no podrá ser postulado aunque ahora le quieran limpiar la imagen y Javier Duarte busque reimpulsarlo; Erick Lagos, que se mueve como desesperado, no levanta ni aunque quiere ser a imagen y semejanza de Fidel Herrera.
En cambio ella -dice- “está construyendo imagen”. Y sí, todo el manejo de la imagen institucional del PRI es en torno a su persona.
Su hoja de ruta es muy lineal. Para el 2015 ser candidata a la diputación federal junto con Ericka Ayala, por alguno de los dos distritos de Xalapa, cada una, con la intención además de cubrir la cuota de genero; 2016, un escenario de confrontación entre los Yunes priistas con el grupo de poder, para quedar ella como alternativa y ser la candidata; en caso de no darse esta fractura, “vender” la estructura del PRI a quien sea el candidato a gobernador; 2018, candidatura al Senado; 2022, con 52 años buscar la candidatura al gobierno del estado nuevamente.
La estruendosa derrota sufrida por Shariffe Osman en la búsqueda de la presidencia municipal de Emiliano Zapata, no la desmoralizó en lo minimo. A Shariffe, con quien la filmaron y retrataron en emotiva circunstancia, le dieron todo el apoyo desde el ayuntamiento de Xalapa, pero ni así pudo ganar. Esa es una muestra de la baja capacidad electoral de Elizabeth.
Pero eso ya quedó atrás, ahora queda su ambición creciente hacia el 2016.
Vaya hasta se alejó de los Yunes priistas, con el pretexto de no atender sus reclamos de dirigencias municipales y de consejeros políticos, pero en realidad para construir “su estructura” hacia el 2016.
Pero Elizabeth Morales no es eficaz en su trabajo como dirigente del PRI, como tampoco lo fue como alcaldesa de Xalapa. Dos ejemplos, de dos casos donde no tendría que haber tenido problemas: Veracruz y Boca del Río.
En Boca del Río, todo tendría que estar encaminado a construir un PRI fuerte, después de que Miguel Ángel Yunes Márquez los apabulló en la elección anterior.
Aquí se ha denotado una de las características más representativas de Elizabeth: su incapacidad para negociar. Buscó imponer a “su candidato” (no al del grupo en el poder) y le brincaron los grupos locales, sentidos y resentidos porque no los dejan volver al poder y si en cambio les imponen a dirigentes no arraigados.
En Veracruz, su instrucción era más sencilla; una maniobra rápida para imponer a Raúl Díaz Diez, pero en lugar de eso dejó que se filtrará la intención y cuando Mario Zepahua llegó en calidad de delegado a concretar, le brincaron todos los demás grupos e incluso los aspirantes a la presidencia municipal que ya están apuntados: Tonatiuh Pola, Anilú Ingram, José Ramón Gutiérrez de Velasco, Gustavo Sousa Escamilla y hasta Marlón Ramírez.
Eso que debió ser un acto rápido y limpio, se convirtió en un circo romano, donde al instalarse la comisión de elecciones los gritos más comunes fueron “fraude” y “mentira”.
¿A quién quiere imponer Elizabeth Morales en Veracruz?.
En la zona de Los Tuxtlas, hizo también movimientos para imponer dirigentes contrarios a Jorge Carvallo Delfín, buscando entorpecer que el ahora secretario de Desarrollo Social del estado llegue a ser candidato a diputado federal el próximo año, posición que busca para poderse desmarcar de la administración de Javier Duarte, sobre todo porque desde Palacio de Gobierno, tanto de la Secretaria de Gobierno como de Comunicación Social le han armado campañas de desprestigio.
¿El bloqueo a Jorge Carvallo será por cuenta propia de Elizabeth u ordenado por Javier, o avalado por Fidel?.
A Elizabeth no le preocupa su ignorancia política, demostrada ampliamente cuando autorizó el homenaje a “Don Aldo Colosio”, porque una de sus cartas fuertes es su (en ella sí) “linda cara”.
Y ese alguien que “quiere bien” a Elizabeth incluso comenta que en caso de que Javier Duarte sea llamado a un puesto en la administración federal, Elizabeth podría ser la gobernadora sustituta.
Como sea, ella siente que el ser la gran mística del priismo veracruzano le queda chico y quiere la silla gubernamental.
ELECCIÓN PAN
Muchos ya lo saben, porque además Elizabeth Morales se ha encargado de soltar la insinuación con “sus amigos” y “en confianza” ¿porqué no podría ser ella la candidata a la gubernatura de Veracruz para el año 2016?.
Bueno, dejémoslo en una versión de alguien que ¿quiere bien? a Elizabeth Morales.
La exalcaldesa de Xalapa, ahora presidenta del PRI estatal, realiza un recorrido por todo el estado para reestructurar los consejos políticos y comités municipales, cumpliendo una orden de quien realmente la llevó al puesto que ahora tiene, de crear una estructura favorable a la corriente que hoy tiene el poder en el estado.
Pero Elizabeth está colocando a “su gente”, para convertirse ella en la corriente de poder dominante.
Y en el armar “su estructura” está dispuesta a meter como dirigentes del PRI a personas sin militancia en el mismo, que están en otros partidos, pero con quienes puede establecer nexos para tejer su red. Esta intención de llevar dirigentes de otros partidos la deslizó en Coatzacoalcos el 23 de abril.
La versión es que Elizabeth se reúne con “su gente” y “sus amigos” a quienes les comenta el trabajo que anda haciendo y en esas platicas desliza que ante la falta de un candidato propio del grupo en el poder para la próxima elección gubernamental, ella podría convertirse en la candidata en un momento coyuntural, incluso impulsada por el grupo en el poder.
Su razonamiento es muy sencillo: Alberto Silva fue sacado de la contienda al colocarlo en Comunicación Social; Salvador Manzur, está vetado por el balconeo preparando mapacherías electorales y no podrá ser postulado aunque ahora le quieran limpiar la imagen y Javier Duarte busque reimpulsarlo; Erick Lagos, que se mueve como desesperado, no levanta ni aunque quiere ser a imagen y semejanza de Fidel Herrera.
En cambio ella -dice- “está construyendo imagen”. Y sí, todo el manejo de la imagen institucional del PRI es en torno a su persona.
Su hoja de ruta es muy lineal. Para el 2015 ser candidata a la diputación federal junto con Ericka Ayala, por alguno de los dos distritos de Xalapa, cada una, con la intención además de cubrir la cuota de genero; 2016, un escenario de confrontación entre los Yunes priistas con el grupo de poder, para quedar ella como alternativa y ser la candidata; en caso de no darse esta fractura, “vender” la estructura del PRI a quien sea el candidato a gobernador; 2018, candidatura al Senado; 2022, con 52 años buscar la candidatura al gobierno del estado nuevamente.
La estruendosa derrota sufrida por Shariffe Osman en la búsqueda de la presidencia municipal de Emiliano Zapata, no la desmoralizó en lo minimo. A Shariffe, con quien la filmaron y retrataron en emotiva circunstancia, le dieron todo el apoyo desde el ayuntamiento de Xalapa, pero ni así pudo ganar. Esa es una muestra de la baja capacidad electoral de Elizabeth.
Pero eso ya quedó atrás, ahora queda su ambición creciente hacia el 2016.
Vaya hasta se alejó de los Yunes priistas, con el pretexto de no atender sus reclamos de dirigencias municipales y de consejeros políticos, pero en realidad para construir “su estructura” hacia el 2016.
Pero Elizabeth Morales no es eficaz en su trabajo como dirigente del PRI, como tampoco lo fue como alcaldesa de Xalapa. Dos ejemplos, de dos casos donde no tendría que haber tenido problemas: Veracruz y Boca del Río.
En Boca del Río, todo tendría que estar encaminado a construir un PRI fuerte, después de que Miguel Ángel Yunes Márquez los apabulló en la elección anterior.
Aquí se ha denotado una de las características más representativas de Elizabeth: su incapacidad para negociar. Buscó imponer a “su candidato” (no al del grupo en el poder) y le brincaron los grupos locales, sentidos y resentidos porque no los dejan volver al poder y si en cambio les imponen a dirigentes no arraigados.
En Veracruz, su instrucción era más sencilla; una maniobra rápida para imponer a Raúl Díaz Diez, pero en lugar de eso dejó que se filtrará la intención y cuando Mario Zepahua llegó en calidad de delegado a concretar, le brincaron todos los demás grupos e incluso los aspirantes a la presidencia municipal que ya están apuntados: Tonatiuh Pola, Anilú Ingram, José Ramón Gutiérrez de Velasco, Gustavo Sousa Escamilla y hasta Marlón Ramírez.
Eso que debió ser un acto rápido y limpio, se convirtió en un circo romano, donde al instalarse la comisión de elecciones los gritos más comunes fueron “fraude” y “mentira”.
¿A quién quiere imponer Elizabeth Morales en Veracruz?.
En la zona de Los Tuxtlas, hizo también movimientos para imponer dirigentes contrarios a Jorge Carvallo Delfín, buscando entorpecer que el ahora secretario de Desarrollo Social del estado llegue a ser candidato a diputado federal el próximo año, posición que busca para poderse desmarcar de la administración de Javier Duarte, sobre todo porque desde Palacio de Gobierno, tanto de la Secretaria de Gobierno como de Comunicación Social le han armado campañas de desprestigio.
¿El bloqueo a Jorge Carvallo será por cuenta propia de Elizabeth u ordenado por Javier, o avalado por Fidel?.
A Elizabeth no le preocupa su ignorancia política, demostrada ampliamente cuando autorizó el homenaje a “Don Aldo Colosio”, porque una de sus cartas fuertes es su (en ella sí) “linda cara”.
Y ese alguien que “quiere bien” a Elizabeth incluso comenta que en caso de que Javier Duarte sea llamado a un puesto en la administración federal, Elizabeth podría ser la gobernadora sustituta.
Como sea, ella siente que el ser la gran mística del priismo veracruzano le queda chico y quiere la silla gubernamental.
ELECCIÓN PAN
La elección interna del PAN está bastante desangelada y muy cerrada, pero muy reñida.
Los dos bandos están formados. De un lado los simpatizantes de Ernesto Cordero, con los grupos anti-Yunes azules, y del otro lado los Yunes panistas con Gustavo Madero.
Ambos bandos manejan desde ya recursos para buscar el voto de los panistas que podrán votar.
Fernando Yunes acusó que el gobierno del estado le da recursos a quienes apoyan a Ernesto Cordero, y los anti-Yunes aseguran que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, financia la campaña de Gustavo Madero en Veracruz.
Enrique Cambranis, por los anti-Yunes dice estar dispuesto ir a debatir con Fernando Yunes, quien lleva la campaña de Madero en el estado.
La elección será el 18 de mayo y de ella dependerá en mucho la próxima dirigencia estatal del PAN.
El asunto se pondrá interesante, porque la administración de Rafael Moreno Valle si tiene recursos, a diferencia del gobierno de Javier Duarte. Y su apoyo, definitivamente, está con los Yunes azules.
Los dos bandos están formados. De un lado los simpatizantes de Ernesto Cordero, con los grupos anti-Yunes azules, y del otro lado los Yunes panistas con Gustavo Madero.
Ambos bandos manejan desde ya recursos para buscar el voto de los panistas que podrán votar.
Fernando Yunes acusó que el gobierno del estado le da recursos a quienes apoyan a Ernesto Cordero, y los anti-Yunes aseguran que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, financia la campaña de Gustavo Madero en Veracruz.
Enrique Cambranis, por los anti-Yunes dice estar dispuesto ir a debatir con Fernando Yunes, quien lleva la campaña de Madero en el estado.
La elección será el 18 de mayo y de ella dependerá en mucho la próxima dirigencia estatal del PAN.
El asunto se pondrá interesante, porque la administración de Rafael Moreno Valle si tiene recursos, a diferencia del gobierno de Javier Duarte. Y su apoyo, definitivamente, está con los Yunes azules.
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