martes, 8 de julio de 2014

Bailando el vals de El Padrino

Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política

La bulla desatada por los viajes que realizaron a Brasil algunos legisladores y funcionarios que cobran y gastan con cargo al erario de Veracruz, podría resultar insignificante en comparación con los “discretos” viajes que realizan actores políticos que ostentan una responsabilidad oficial, en cualquier otra fecha que no sea tan observada como el Mundial de futbol; que en muchos casos se justifican como costosos viajes oficiales, pero que no reditúan ningún beneficio para la población.

Para la ciudadanía en general, da lo mismo que ciertos personajes de la política nacional y local se hayan ausentado, o que permanezcan en su localidad de trabajo. Se pudiera pensar que no se nota su ausencia, salvo por los escándalos desatados, porque de cualquier manera no contribuyen en nada productivo, por lo que finalmente estén en su lugar de trabajo o no estén es lo mismo. Que por cierto el osezno tequilero fue el culpable del alboroto y la causa de que el personaje que lo cargaba supuestamente perdiera su trabajo.
Esta apreciación de la gente, podría interpretarse como algo parecido a la cuestionada renuncia de Fernando Charleston, secretario de Finanzas de Veracruz. Las finanzas veracruzanas están tan destrozadas que igual pareciera da lo mismo llegue quien llegue; que únicamente el valiente que acepte el cargo como quinto secretario de Finanzas de la presente administración estatal, él y sus más allegados serían los únicos interesados, por las mieles del poder.
Los ciudadanos ya no están dispuestos a que pretendan jugarles el dedo en la boca, con el cuento una vez más de que el que viene va a sacar a flote el barco. Porque de qué le sirve a los veracruzanos que un servidor público posea espectaculares títulos profesionales y nobiliarios, si la situación financiera –al igual que la inseguridad- es tan complicada que únicamente un personaje creado por la escritora británica J. K. Rowling, un Harry Potter podría resolverla.
El próximo secretario de Finanzas debe tener un hígado muy grande, según expresó el diputado local Ricardo Ahued. A esto agregaríamos que también debe tener muchos huevos. Por otro lado, la también diputada local Mariela Tovar asegura que “existe una buena percepción económica para Veracruz”. Vaya pobreza de la diputada Tovar.
Y no es que se estemos exagerando ante esta situación; en referencia a lo expresado por el Ejecutivo Javier Duarte, como se ha expuesto, a los que verdaderamente les ha tocado bailar con la más fea es a los veracruzanos.

¡Vamos bien y viene lo mejor! Decían
En pleno orgasmo del pinche poder, allá por el año 2007, a mitad de la administración de la fidelidad, se divulgaban los logros de la administración estatal que imperaba. Un feudo que anunciaba majestuosas obras inexistentes; para los hombres del campo la entrega de tractores imaginarios; equipamiento médico que llevaban de un hospital a otro para la foto.
A partir de esa fecha, la delincuencia organizada sentó sus reales en Veracruz, los cárteles llegaron para quedarse. Se recrudeció el terror con secuestros, desapariciones, asesinatos, extorsiones. Decenas de miles de hogares han quedado enlutados sin que esto pueda terminar.
Siempre se ha definido a Fidel Herrera Beltrán como “el maestro de la política y el debate”, “toda una chucha cuerera”. A todo esto muchos se preguntan ¿Ha servido de algo a los veracruzanos todas esas supuestas cualidades que posee el nopaltepecano? ¿Qué es lo que aportó de positivo al estado?
La preocupación de los veracruzanos es que si el ofertado padrino va a continuar meciendo la cuna, en esta ocasión para operar las elecciones federales y posteriormente la estatal, con la idea de garantizar “más de lo mejor” como se anticipaba en aquella ocasión, ya nos podemos imaginar.

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