lunes, 28 de abril de 2008

¡El Ferrari negro de Manzur!

Salvador Muñoz

Estaba sorprendido. ¿Dónde había quedado ese tocayo sencillo y humilde que hasta parecía argentino? ¡No podía creer lo que me habían contado! Y ahí estaba, abrazando al nuevo dirigente municipal del PRI en Boca del Río y fui directo al grano:
–Tocayo… ¿es cierto que se le ha visto con un vehículo extremadamente de lujo por Boca del Río?
–¡Para nada! Sigo trayendo el cochecito austero de mi propiedad los fines de semana y para mis actividades como funcionario, la camioneta que me dio Finanzas…
–Pues yo oí otra cosa…
–¿Qué te dijeron, tocayo?
–¡Que te vieron con un Ferrari negro!
–¡Ahhhh! No seas menso tocayo, chingao, ¡entendiste mal! A lo mejor me vieron con el Negro Ferrari, ¡con Alfredo! ¡Para que entiendas!
–¡Ahhh! Ya me había espantado… digo, si vas con esos lujos, al menos báñate en regadera pa’ que salpiques…
–Bueno… ¿y qué? ¿Vienes a felicitar a Carlitos, el nuevo dirigente del PRI boqueño?
–No, tocayo… vengo a hacer un trabajo de investigación sobre la limpieza en Boca del Río…
–No podemos negar que las calles están limpias, pero eso tiene una explicación…
–¿Cuál?
–La gente de Limpia Pública, gente trabajadora, eficiente y netamente veracruzana es totalmente fidelista…
–¡Ah! Claro, pero me refiero a la limpieza que están haciendo pero de trabajadores…
–¿Cómo?
–Espera tocayo, allá veo a un barrendero…
Así que dejé al tocayo y me dirigí al barrendero.
–¿Me permite una entrevista?
–No, porque mis supervisores me regañan si dejo de barrer…
–Bueno, no pare de barrer… yo hago las preguntas y usted barre, ¿ok?
–Está bien… ¡dígame!
–Cuál es el trato del director de Limpia Pública para sus empleados…
–¡Vasallos! Querrá decir…
–¿Y eso?
–Pues no ve que su padre, don Alfredo Sánchez, el ilustre Pinolillo, fue Rey Feo del Carnaval jarocho…
–¿Qué tiene que ver eso?
–Pues el Pinolillo junior se cree con linaje, de sangre azul y nos da trato de vasallos… y eso que lo único que tiene de Rey es lo Feo…
–Oiga, pero, pues todos los patrones a veces son unos tiranos, ¿no cree que exagera?
–¿Le parece exagerado que no nos dejen tomar ni siquiera agüita?
–¿Y eso?
–Quesque perdemos tiempo…
–¡Pero eso es una barbaridad! ¡Un abuso! ¿Y el salario?
–No nos podemos quejar…
–¡Ahhh! Bueno, al menos… ¿y las prestaciones laborales?
–No nos podemos quejar…
–¿Y compensaciones?
–Le digo que no nos podemos quejar porque si no, ¡nos corren!
Y el hombre siguió barriendo como loco, pues un Supervisor de Pinolillo pasaba en esos momentos igual que el tocayo Manzur con su Ferrari negro… digo, ¡con el Negro Ferrari!

e-mail: dor00@hotmail.com

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