Pemex: Cómo opera actualmente

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto

En pleno proceso del debate para que especialistas, investigadores, académicos, intelectuales, legisladores, políticos y todos aquellos que quieran hacerlo participen y den a conocer su opinión, no debe dejarse de lado que, por lo que significa esta discusión, lo importante es que se establezcan mecanismos que informen a los ciudadanos sobre las cifras que pesan sobre PEMEX y que por si mismas han despertado, por una parte preocupación en los funcionarios de los ramos energético y financiero del país y por la otra, la oportunidad de algunos para aprovechar el río revuelto y convertirlo en ganancia de vivales.
Esperando que esto ultimo no ocurra, repito, cabe la pregunta ¿como participaran todos aquellos ciudadanos en el debate y en que sentido habrán de emitir su opinión si no se les presenta en un medio general la situación actual de la paraestatal?; en principio deben saber que en la actual década la producción de hidrocarburos se ha mantenido en un promedio de 1,562 millones de barriles de crudo al año (aproximadamente 4.4 millones por día), sin embargo esta tendencia ha disminuido desde el año 2005 y aunque la producción gasera se ha elevado, no compensa la disminución de la producción de aquellos.
Partiendo del máximo de producción lograda en el año 2004 que fue de 3 millones 883 mil barriles diarios, este índice de producción ha venido a menos a tal grado que, con referencia a ese máximo al actual la producción de crudo ha sido de 300 mil barriles diarios menos; cabe mencionar que gran parte de esa producción proviene de un yacimiento marino denominado Cantarll ubicado en el Golfo de México, que prácticamente por proceso natural se encuentra en proceso de declinación que en los años 2006 y 2007 alcanzo un índice del 15% al producirse tan solo 1 millón 470 mil barriles diarios.
Por otra parte al incrementarse la producción de crudos pesados que a diferencia de 1997 significaban el 52% de la producción de crudo, en el año 2007 se elevo a 66%, motivó adecuar la estructura de refinación en las refinerías de Madero, Tamaulipas, Cadereyta, Nuevo León y Minatitlán, Veracruz. Sin embargo, la declinación natural de los yacimientos, ha provocado que el producto que se extrae contenga una alta proporción de agua y sal que hacen mas lento su procesamiento y de la mano se ha dejado de invertir por años la exploración de campos nuevos donde pueda extraerse crudo de mejor natural, por lo que el que se produce actualmente tiene un valor comercial inferior en el marcado internacional.
No debe soslayarse también que junto a la caída en la producción petrolera, las ventas de crudo al exterior se redujeron en los últimos años principalmente en 2005 y en 2007 la exportación alcanzó la cifra de 1 millón 686 mil barriles, prácticamente la mitad de la producción lograda en el máximo del 2004, es decir, la libramos por el incremento de los precios del crudo en el mercado internacional, de lo contrario, sumado a la reducción de la producción petrolera, tendríamos una severa reducción de los ingresos públicos…bendita suerte… el precio del hidrocarburo paso de 10.18 dólares en 1998 a 31 dólares por barril en 2004 hasta alcanzar a finales del 2007 un precio de 79.5 dólares por barril.
De tal forma que, con lo que respecta a la producción de crudo, se hace necesario crear esquemas que permitan por un lado invertir en exploración para compensar la declinación de los yacimientos y por otra lograr una producción de crudo de mayor calidad el momento de su extracción y su procesamiento posterior.
Por lo que respecta al gas, las cosas también no son tan favorables como las quisiéramos y también guarda relevancia en el aspecto energético, pues de su producción dependen consumidores domésticos, pequeños y medianos empresarios y la industria productora de electricidad, por lo tanto su demanda es bastante amplia, sin embargo no es cubierta plenamente. Sin dejar de mencionar que su producción se incremento en un 29% al pasar de 4,679 a 6,058 millones de pies cúbicos diarios, principalmente en gas no asociado, donde se ha contado con la participación de contratos con terceros que en la actualidad aportan el 13% en la producción de dicha área, que a su vez han permitido reducir los tiempos de perforación que han incidido en la disminución del costo de un pozo, sin embargo las restricciones legales prevalecientes en la suscripción de este tipo de contratos, los deja en desventaja con relación a los esquemas implementados en otros países petroleros.
No obstante los índices de producción señalados anteriormente, la demanda de gas se incremento en un 38%, cantidad que desde luego, tiene que importarse , creando con ello una expresión deficitaria en nuestra balanza comercial relacionada con este hidrocarburo, por lo que el reto que tiene que enfrentar PEMEX consiste en instrumentar mecanismos que le permitan elevar su producción gasera y algo también muy importante, reducir las cantidades de gas enviado a la atmósfera que significaría reducir las emisiones asociadas.
Algo que no debe dejarse de lado es que los países petroleros realizan actividades exploratorias como algo prioritario, a fin de estar en la posibilidad de garantizar la explotación del crudo y el gas, en otras palabras, deben administrarse las reservas para contar con las condiciones propicias que no pongan en riesgo nuestra seguridad energética, aspecto que en nuestro país no se ha cuidado y por eso hoy nos encontramos en la difícil situación de echar mano de quien se pueda para encontrar yacimientos, pues como se ha dado a conocer, nuestras reservas son limitadas en el corto plazo.
Por ello se hace necesario contar con la maduración de proyectos a desarrollarse en los próximos años , pues la producción de los años noventa estuvo asociada a la incorporación de campos existentes y no de nuevos descubrimientos, que es lo que nuestro país a dejado de lado, lo que nos ha llevado a una sensible baja en la producción desde 1984, lo que en términos actuales significa una cantidad de reservas probadas del orden de 14.7 millones de barriles de petróleo crudo que en promedio a la producción actual significarían la producción de los próximos 9 años, por lo que en materia de reservas petroleras, si se quiere contar con mantener un índice de producción actual, es impostergable garantizar la restitución de los reservas.
El diagnóstico que la Secretaría de Energía presenta al Congreso, reconoce que de sus reservas probadas en al año 2007, PEMEX repuso tan solo el 50%, un promedio muy por debajo del promedio mundial que es de por lo menos el 100%, por lo que el reto es mayúsculo pues deberá considerarse la producción para el consumo interno y la transformación de nuestra estructura industrial petrolera, sobre todo el de la inversión, ya que ahora si, la probada insuficiencia financiera del Estado Mexicano en materia petrolera, refleja a querer o no, un deliberado abandono, acaso para que, pensado en los años del neoliberalismo económico, las generaciones de los años actuales a las cuales el futuro ya nos alcanzó, nos tuviéramos que ver en la inminente necesidad de aceptar que desde fuera, tengan que venir, intervencionistamente, a conocer las condiciones de nuestras reservas petroleras, lo que pone en riesgo nuestra soberanía, pues como bien se establece en nuestro marco constitucional y en el de la ley de entidades paraestatales el petróleo tiene un carácter estratégico para nuestra seguridad nacional.
Ojala que las decisiones que tomen nuestros legisladores no signifique el que nuestro país se convierta nuevamente en una colonia, como producto del abandono de toda una cauda de irresponsables apátridas.
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