El Bonzo Popoluco

Antonio Williams
Coatzacoalcos, Ver.

Dicen que llevaba más de 100 protestas en la Plaza Lerdo de la capital veracruzana.
Dicen que lo habían citado hoy para pagarle el desplazamiento de las tierras que su gente disputaba con otras organizaciones campesinas, pero una vez mas lo batearon.
Dicen que había hecho de las carencias de los campesinos de la Sierra de Soteapan su modus vivendi, pero dicen los más que era un verdadero líder agrario al que solamente le faltaba migrar al concepto de mártir espiritual de las causas popolucas.
Hoy por la mañana RAMIRO GUILLEN TAPIA, se ha inmolado al estilo de los monjes bonzos budistas, hasta este momento, se encuentra sumamente grave por las lesiones que se causó al rociarse de combustible y prenderse fuego y lo peor es que los pronósticos sobre su salud son sumamente pesimistas.
En un momento de urgencia para el Estado de Veracruz a causa de las inundaciones en gran parte de su territorio causados por las severas lluvias que lo han azotado, se presenta esta situación que por más que se trate de minimizar, podría ser el detonador de graves problemas étnicos y sociales.
Sin afán de apologizar la figura de RAMIRO GUILLEN TAPIA, es de justicia mencionar que desde sus inicios como maestro rural, Ramiro se distinguió por su lucha en favor de los indígenas popolucas de la Sierra de Soteapan. A causa de estas acciones, enfrentó diversas acusaciones, mismas que siempre libró tarde que temprano y sin más prosiguió su lucha en pro de la clase indígena.
Pero no se trata de crear héroes. Se trata de analizar el lamentable hecho que se dio en la Plaza Lerdo.
Si analizamos las palabras que dicen que profirió al momento de prenderse fuego, encontraremos un tremendo reclamo a las autoridades estatales: “ si dando mi vida me hacen caso, se las doy. Yo entrego mi vida…… Que el Gobierno pague las injusticias que ha cometido con los campesinos…..”
Estas palabras viniendo de alguien que está ofrendando su vida por una causa, no pueden ser puestas en duda ni son susceptibles de analizar ni mucho menos de desvirtuar; Son verdades de a kilo.
Alguien que toma acciones de este tamaño, no puede estar actuando ni simulando situaciones. Por favor. No mamen. No desvirtúen el valor que este hombre debió reunir para llevar a cabo una acción como la comentada.
Vuelvo a repetir, ésta, puede ser la antesala de un gravísimo problema, al cual habrá que agregar la amenaza que tienen pendiente de cumplir los habitantes de Tatahuicapan ( en la misma sierra de Soteapan ) de cerrar las válvulas del Yuribia, el acueducto que surte de agua potable a los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
No será la primera vez que lleven a cabo esta acción, pero creo que ahora sí será la definitiva.
Recordemos que alrededor de hace 2 años, cansados de promesas esta gente nos cerró la válvulas y sólo las volvió a abrir cuando el Gobernador personalmente les hizo una serie de promesas, entre ellas un gran número de obras, caminos, equipos y lo peor, les ofreció el 50% de las utilidades de las Comisiones de Agua Potable de los 3 municipios beneficiados. Vaya tomada de pelo, el 50 % de nada, puede parecer bastante a gente ignorante, pero el 50 % de las utilidades de empresas que siempre operan con número rojos es una burla a quien se las ofrecen.
Si había intenciones de enmendar el rumbo y ahora sí tener utilidades qué repartir, con la Comisión de Agua Potable de Coatzacoalcos dada en usufructo a la banda de Roberto Chagra y con la complacencia del Alcalde Marcelo Montiel, no suena más que a otra burla para la gente serrana.
Quizá será necesario que más de medio millón de habitantes estén bajo el agua y otro medio millón estén sin agua para que se empiecen a tomar en serio las demandas de un planeta agobiado por el calentamiento global y las demandas de la gente de la Sierra de Sotepan hartas por la burla y la indiferencia de sus gobernantes.
Mientras tanto, elevo mi oración para que Ramiro Guillén Tapia se recupere de las graves lesiones que sufre y pueda continuar con su apostolado por las causas indígenas.

antoniowilliams@prodigy.net.mx