martes, 14 de octubre de 2008

El PRD Veracruz ante la corrupción y la ilegalidad de Cesar García y Franco Castán

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI


La crisis que enfrenta el PRD en Veracruz a partir del fallido proceso electoral interno, del 16 de marzo de 2008, para renovar sus órganos de dirección no ha llegado a su fin.
Por el contrario, con el reconocimiento de Cesar Ulises García como presidente del PRD en Veracruz, por parte de la Comisión Nacional de Garantías, la crisis política por la que atraviesa el sol azteca se acrecienta espectacularmente.
No obstante de que entre Cesar García y Franco Castán se dieron a la tarea de encabezar una genuina banda de delincuentes electorales, violentando la normatividad interna para la renovación de dirigencias, ahora les entregan en bandeja de oro el control del PRD en Veracruz.
En el camino quedaron las denuncias de fraude y corrupción electoral, que cinco de los seis aspirantes a la dirigencia estatal expusieron ante la opinión pública y la Comisión Nacional de Garantías del PRD.
Las pruebas y testimonios que demuestran la manera en que la dupla Cesar-Franco operaron el fraude electoral al interior del PRD son amplias y de segura validez.
Tal es el caso de las urnas que fueron quemadas en Cosoleacaque y que al término de la jornada electoral aparecieron con su respectiva documentación electoral en manos de Sergio Estevez, integrante de la delegación técnica electoral del PRD en Veracruz y uno de los principales operadores de la dupla Cesar-Franco.
También se encuentra el caso del municipio de Acayucan, en donde el día de la jornada electoral la delegación técnica recibió el reporte de que no se instalaron las casillas y al día siguiente como por un acto de magia se presentaron los paquetes electorales con su documentación electoral completa en las oficinas de la delegación técnica.
En conjunto, las pruebas y testimonios que recopilaron los cinco aspirantes a la dirigencia estatal del PRD muestran que 52 casillas no fueron instaladas como lo marca el reglamento de elecciones y se ubican a 102 casillas con resultados electorales falsos.
Si la Comisión Nacional de Garantías del PRD se hubiera apegado a resolver la impugnación de la elección con un criterio estrictamente legalista, sin lugar a dudas se hubiera declarado la nulidad de la elección.
El escenario es otro, el criterio político fue el que predominó en la Comisión Nacional de Garantías, el acuerdo por encima de la legalidad para imponer a como de lugar a una pandilla de delincuentes electorales.
Dejando en claro que la democracia electoral ha sido sustituida por los actos de corrupción y de ilegalidad promovidos por Cesar Ulises García Vázquez y Rogelio Franco Castán.

Director de la revista digital independiente Voz Universitaria
www.vozuniversitaria.org.mx

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