miércoles, 28 de abril de 2010

Una cantina llamada Veracruz

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Qué magia tiene el puerto de Veracruz. Lindo. Bullanguero. Lleno de cosas por hacer y donde hacerlas. Dirían los mismos jarochos, el paraíso puesto en la tierra. Tampoco es para tanto, pero sí es un bonito sitio para pasarla bien.
Como paradero turístico no hay bronca, es de lo que vive la ciudad y lo que le ha dado el prestigio durante décadas, pero hay gente que por nada del mundo debe verlo así, por increíble que parezca.
Y es que desafortunadamente el deporte profesional radicado en el puerto lo ha tomado de esta manera y de ahí se derivan los sinsabores y fracasos de todos esos equipos pintados de rojo, tanto en sus uniformes como en sus números, no sé si en los administrativos también.
Tiburones Rojos, Rojos del Águila y Halcones Rojos. Una tercia de plantillas que de las satisfacciones ni se acuerdan. Lo más cercano han sido los del baloncesto, pero se quedaron a la orilla de un título nacional.
Pero los más afectados por ese ambiente de fiesta han sido los escualos. Lastimados por toda la cantidad de petardos que han llegado con etiquetas de héroes, figuras y salvadores, que a las de primera de cambio demostraron llegar a rumbear, al antro y a cobrar gordos cheques adornados por dólares, y eso tanto por foráneos como por nacionales.
Ayer, aparecieron los fichajes infames de extranjeros como Martín Arzuaga, Israel Damonte, Santiago Raymonda, Salustiano Candia, Edgar Zapata, entre otros; de modo más reciente Walter Gaitán, Andrés Oliveira, Lucas Silva, Diego Chaves, Ailton, Ignacio Pallas, por mencionar a algunos; y ahora llegarán un par de argentinos, Cristian Fabbiani y Óscar Ahumada, que de las cosas que se sabe de ellos, pocas son las positivas, inclusive con comentarios privados de periodistas argentinos, en el sentido de que los antros la harán en grande próximamente con estos dos.
A ver, primero “El Ogro”. Fabbiani que lleva parado más de seis meses después de problemas con el club Newells Old Boys de su país y aunque su promotor ha dicho que es un próximo “Rolfi” Montenegro, hasta el momento no ha demostrado serlo, salvo por su paso por el balompié rumano, pero que a la brevedad fue devuelto a Sudamérica.
Al jugador entonces se le recuerda más por su pública vida privada, que ha sido centro de diarios amarillistas y programas de espectáculos. Luego de la separación con la modelo Amalia Granata, con quien tiene su única hija, Uma; ambos comenzaron una pelea mediática en la que la mujer alegó que él no se presentaba en los días que tenía que cuidar a su hija y mala manutención. Luego se le relacionó con otra modelo, Victoria Vanucci, se casaron y terminaron tras la aparición de fotos que involucraban al futbolista con la cantante de cumbia Karina.
Ahumada tampoco tiene una etiqueta agradable tras su paso por River Plate. Jugador de 27 años que hace un tiempo se enfrascó con una disputa con la afición de Los Millonarios por quejarse ante la eliminación del equipo en la Copa Libertadores del 2008; luego de esto vivió constante conflicto con el público, ya que cometió errores costosos para su equipo.
Ese par de fichas se vienen al puerto, contratados antes de darse a conocer quién será el técnico de los Tiburones Rojos, a una usanza de la imposición y de que el timonel se las tendrá que arreglar como pueda con estos elementos, los quiera o no los quiera.
Pero estos, de inicio, ya aparecen con la etiqueta de sus antecesores, turistas con disfraz de jugadores, que llegan a vivir unos meses, a una cantina llamada Veracruz.

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