domingo, 2 de mayo de 2010

Entre Thalía y un libro…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

…y mientras sigue creciendo el número de probes en México –cinco millones más de compatriotas jodidos, y no necesitamos que nos lo diga el Banco Mundial ni nuestro pinche gobierno, pos en cada esquina vemos a diario el aumento de la pobreza-; digo, y mientras el consumo de pollo nos pone pelones y nos transforma en homosexuales, a según el alucine de Evo Morales que poco faltó pa’ que nos dijera que nos apendeja –bueno, a menudo nos apendejamos, pero creo que no es por eso-; y mientras, digo de nuevo, nuestros curitas y eclesiásticos se echen la bolita o la papa caliente –dije papa, eh-, que ya hasta creo están a punto de echarle la culpa al cielo; y mientras, va de nuez, el país se tiñe de rojo, no de rojo político ni rojo mensual, dijera el pintor Bob Atros, personaje de Derbez-, sino rojo violento, rojo sangre…
Digo, esta sí es de a de veras, y mientras todo esto sucede y mucho más, yo me como unas papitas, me chingo una cola –sin albur, güey- y por la tele me entero que a mi Thalía la tortearon en su reciente visita a Mexico City. Con humor en entrevista ella misma lo dijo: "Fue difícil, porque nos estábamos empujando todos, había mucha gente. De repente sentí una manita, como que se me escurría por la cintura y otra manita como que se me quería meter por las piernas y esas manitas ya estaban jalando pelo, pero en esos momentos es cuando se siente el calor de la gente". ¡Carajos, y no me tocó nada! ¡Ni un pelito! ¿Por qué nunca estoy en los grandes eventos?
En fin, que mi Thalía dice que no dejó México por cuestiones de seguridad, sino por amor: "Quiero hacer hincapié en que lo único que me alejó de mi país fue el amor, aunque yo no quería hacerlo. Sin embargo, cuando encuentras a esa pareja que está para ti, en las buenas y en las malas, le apuestas". Pos claro, a los millones de Mottola. Pero eso no es pecado, como tampoco es pecado ni mucho menos ilegal que aquí nuestros políticos apuesten no al amor al pueblo, sino al hueso y sus jugosos dividendos. Pos qué caray.
Pero mientras, repito, nuestro probe México carece de todo, hasta de lectores y de buenas lecturas, por más que se celebre el Día Mundial del Libro. Guillermo Sheridan lo dijo estupendamente: “Ya no es apreciación subjetiva sino hecho científicamente demostrado: al mexicano no le interesan los libros. (…) Las estadísticas avasallan. Demuestran con alevosía y ventaja, sin mostrar forma alguna de clemencia ni resquicio para el anhelado error metodológico, que al mexicano (el 99.99 por ciento) no le gusta leer. Es más, no sólo no le gusta leer, no le gustan los libros ni siquiera en calidad de cosa, ni para no leerlos ni para nada, vamos, ni para prótesis de la cama que se rompió una pata. Años de esfuerzo educativo, de aventar dinero a raudales en bibliotecas, centros culturales, publicidad, cursos, campañas y ferias, premios y becas, ofertas y descuentos, clubes y talleres, mesas redondas y presentaciones… Todo para merecer la sincera respuesta: No, no queremos leer. Que no nos interesa. Que no. Que no queremos. Que no haya libros y ya. Punto. No. ¡Que no! Ene, o = NO”.
¡Ya, pues! No leemos y somos manejables. Lo dijo Santa Teresa de Jesús: “Lee y conducirás, no leas y serás conducido”. Ah, qué desdicha de nuestro país, hasta en esto estamos mal. Dime qué has leído y qué lees y te diré quién eres, escribió no sé quién carajos, pero suena bien.
Y claro, entre la torta de Thalía y un buen libro, pos yo me quedo con Thalía… ¡Ah qué cabrón!

Los días y los temas
Mi Gober Fide propuso legalizar la marihuana…Chale, pos no sé si dé igual, porque de cualquier modo todo el mundo se pasa las leyes por el arco del triunfo; más nuestras propias autoridades y políticos, como lo escribí hace algún tiempo. Además, le temo más a las mariguanadas que suelen hacer y decir nuestros gobernantes, funcionarios y políticos que nos van dejando un mundo de contradicciones, injusticias y miserias, como también afirmé alguna vez.

De cinismo y anexas
Tiene razón Sergio Sarmiento, “los aumentos salariales a los maestros no se basan en su productividad o en la calidad de su enseñanza sino en la capacidad de presión del SNTE”. ¡Órale!

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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