Panfletos

Salvador Muñoz
Los Políticos

¿Dónde nace un panfleto? En una mano.
¿Dónde muere un panfleto? En el suelo.
El primero de mayo, durante el desfile del Día del Trabajo, se dio un fenómeno curioso. Mientras a los asistentes al hecho conmemorativo les repartían un panfleto contra Miguel Ángel Yunes Linares, en las colonias periféricas, casa por casa, iban entregando otro panfleto, pero éste, en contra de Javier Duarte de Ochoa.
Es innegable que en primera instancia, ambos panfletos cumplen su cometido: mensajes breves, concisos, contundentes, uno de ellos con un toque de morbo; el otro, preciso.
Pero así como en primera instancia cumplen su objetivo, uno de ellos lo pierde al siguiente paso…
¿Qué? ¿Voy muy adelantado?
Bueno, hago un recuento: Estamos viviendo un proceso electoral que se está caracterizando por una guerra sucia entre dos contendientes: PRI y PAN.
Se está dando una guerra de copro entre estos bandos. Una guerra subterránea vía internet, vía medios de información (columnistas por lo regular) y a través de volantes, hoy pomposamente llamados “flyers”.
Estos últimos fueron los que aparecieron el primero de mayo.
Usted conoce los volantes… de seguro ha de haber recibido alguno de manos de algún joven en una esquina, en la entrada de un negocio o está ahí, para que lo tome.
Se trata de promover información, ideas, productos o servicios.
Por supuesto, de los volantes que hablo no son publicitarios (no ofrecen servicios) o de corte recaudatorio (no te piden dinero)… parecieran informativos… parecieran…
Pero como dice Baltasar Gracián: Las cosas no pasan por lo que son, sino por lo que parecen.
¡Son planfletos! Que no buscan más que difamar o criticar a alguien…
En el primer caso, de panfleto pasa a folleto. Trae en la portada a Miguel Angel Yunes Linares y un título: “Déjame acariciar a tu hija”.

Al abrir el folleto aparece un mundo de letras que contradice el objetivo de un volante: NO dar demasiada información.

Con este detalle se entiende por qué la calle de Revolución estaba alfombrada por estos panfletos… ¡la gente quiere la información desmenuzada, rápida, mensajes precisos, directos… sin tanto rollo!
Ya ni mencionamos lo demás porque con este detalle no tiene caso comentar sus errores y ausencias.
Caso contrario al otro panfleto, distribuido casa por casa contra Javier Duarte… utiliza tres colores primarios y base: Rojo, negro y blanco. Con letras grandes el primer mensaje: “JAVIER DUARTE DESPILFARRA $300 MILLONES”
Después comenta en dónde y comparado con qué.
También cómo se los gastó en seis líneas bien definidas. Y remata qué pudo haberse hecho con tanto dinero “despilfarrado” (como lo cita el planfleto).
¡Ah! Y de refilón, si quieres información, te remite a una página web (www.eldespilfarro.com) y a un teléfono con 01-800 (010 9010).

Por supuesto, al acudir a dicha página web simplemente no existe. Al 01 800 citado no pude llamar porque la mujer se colgó al teléfono…
Como sea, en concreto, la pugna electoral está en su apogeo.
Y entre estos bandos hay diferentes apuestas.
Por un lado, uno apuesta a denostar al otro acusándolo de pederasta… el otro, apuesta a denostarlo con despilfarro de los recursos públicos…
Al final, el cuatro de julio, sabremos quién pudo convencer al electorado con su táctica de guerrilla electoral… ¿y Dante? ¡como si nada! Por eso dice: Hablo menos, hago más.

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