miércoles, 6 de abril de 2011

Cruz Sagastume y el “vómito negro”

* Orden y transparencia, claves en PVD
* Cordero: sólo mete la pata y autogoles


José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes

Rubén Cruz Sagastume, el dirigente estatal de la Liga Roja Campesina, está metido en una verdadera bronca.
Este señor busca como desesperado la protección de algunos funcionarios de Palacio de Gobierno para que le dejen todo un edificio ubicado en Tuxpan en manos de su esposa, aun cuando él sabe perfectamente que este inmueble pertenece al comité regional campesino de ese puerto y en consecuentemente a la Liga de Comunidades Agrarias.
En el cabildeo con algunos servidores públicos, Rubén Cruz pretende que sean archivadas las denuncias penales interpuestas por los departamentos jurídicos de la Liga de Comunidades Agrarias del Estado y de la Confederación Nacional Campesina, para de esta forma dejarle en sus manos el inmueble que alberga al comité regional campesino de Tuxpan, que vendió a precio de risa a su esposa, Ana Bertha Benítez Gómez.
De igual forma, gestionó la venta de la sede del comité regional campesino de Córdoba, transacción que fue realizada a través de un sujeto de nombre Luis Alfonso Rodríguez Rivas, en su carácter de secretario general interino del comité regional campesino de la ciudad de los 30 caballeros.
Dicha propiedad fue vendida al señor Luis Ignacio Libreros Trejo, en su carácter de administrador único de la sociedad mercantil denominada “Grupo Inmobiliario de Córdoba”, SA de CV.
Por supuesto que este contrato de compra venta ya se cayó por la denuncia interpuesta, por lo que los cinco millones de pesos que se recibieron por esta operación se tienen que devolver con sus respectivos intereses.
En este fraude no sólo estaría involucrado Cruz Sagastume sino también Lauro Güido Vargas, el primero con negros antecedentes penales en la zona norte del estado, Tuxpan, Álamo y Coyutla y el segundo, con fama de perverso y siniestro.
Lo más increíble de todo esto es que Cruz Sagastume ya había logrado su regreso al PRI. Incluso, alguien le prometió a él y Lauro Güido que impondrían al futuro presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado.
Engallados tal vez por su nueva casaca partidista, estos sujetos han lanzado amenazas veladas y abiertas contra quienes los han denunciado en los juzgados y en los medios de comunicación.
Como es sabido, la organización fantasma que lidera Cruz Sagastume es la que intentó llevar a la victoria al neopanista Miguel Yunes Linares en los pasados comicios.
No cabe duda que este lidercillo va de mal en peor. Ahora se niega al “vómito negro”, que no es otra cosa que vomitar todo lo que –aseguran-- se ha transado.
Y es que este rufián no solo tiene el pendiente de las denuncias penales por haber vendido los inmuebles del comité regional campesino de Tuxpan y de Córdoba, sino que también tiene que aclarar en que ocupó varios millones de pesos que le fueron entregados de parte de Yunes Linares, recursos con los que se comprometió a ganar la mayor parte de los distritos y cabeceras de la zona norte del estado junto con Juan Bustillos Montalvo.

EN UNA REVISIÓN meticulosa de las directrices del Plan Veracruzano de Desarrollo, dos tópicos llaman la atención por simples y necesarios, el orden y la transparencia. Aquí, la Contraloría General de Iván López Fernández juega un papel fundamental pues esa dependencia tiene la no menor responsabilidad de que la sociedad veracruzana tenga certeza del buen uso que se hace del erario público, pues en toda administración el orden, la eficiencia y la eficacia son fundamentales. Para ello, el gobernador Javier Duarte ha instruido la aplicación inmediata de mecanismos de evaluación del desempeño que den seguimiento a la acción del gobierno y midan el impacto de las políticas para alcanzar los objetivos propuestos en el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016. La meta, y en donde se sabrá si López Fernández hizo la tarea, es la de ubicar a Veracruz por encima de la media nacional en el Índice de Transparencia y Buen Gobierno. Menudo paquete.

CONFORME PASAN LOS días los panistas se ponen más nerviosos en el tema de la sucesión presidencial. Ven que en el PRI, salvo una catastrófica derrota en el Estado de México en julio próximo, el claro candidato para el 2012 es Enrique Peña Nieto. En el PRD, saben que Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard se disputan la candidatura, sin más rivales de qué preocuparse. Por el contrario, en su partido son tantos los aspirantes que entre todos no se hace uno. En estos momentos, Santiago Creel encabeza las preferencias internas, con Josefina Vázquez Mota muy de cerca. Hay otros, como Javier Lozano, Alonso Lujambio y Ernesto Cordero, que se mueven a ver qué pasa. Este último, el secretario de Hacienda, recién declaró a los medios nacionales que prepara su mejor ofensiva “goleadora” para 2012: “Yo creo que a todos los que hemos jugado futbol no nos cae nada mal meter algunos goles”, aunque destacó que también le gusta “meter la pata dura” en la media de contención. Sin embargo, ese es su problema, que le gusta meter la pata, como lo hizo con su pifia bartoliana (“… ahí te dejo estos seis mil pesos…”) de hace unas semanas. Siguiendo su lenguaje futbolero, vemos que este inocente corderito, más que meter goles, lo suyo, lo suyo… es marcar autogoles.

EN NUEVO LEÓN ya nadie quiere ser policía. Lo que pareciera una situación chusca o curiosa, es más bien todo un drama, que muestra el grave daño que ha causado la delincuencia organizada en nuestro país, en especial en el norte: el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, admitió que su estado sufre escasez de elementos policiacos, por lo que su administración inició ya la búsqueda en otras entidades de los agentes que les hacen falta. El mandatario precisó que el reto es contratar la friolera de mil 600 policías por año, entre preventivos y agentes investigadores, sean de Nuevo León o de otros estados, pues en estos días la Agencia Estatal de Investigaciones sólo cuenta con 800 elementos, que son insuficientes.

No hay comentarios: