El look de Manzur

Salvador Muñoz
Los Políticos

En serio que me sorprendió su cambio de look. Por supuesto, cada quién es libre de hacerse y deshacerse lo que quiera en su imagen. Yo, por ejemplo, puedo rapar mi cabeza con una facilidad increíble o portar un cabello desaliñado, sin brillo y esponjado sin pudor alguno o embadurnarme de gel para aplacar los chinos que se rebelan al alaciado de un cepillo.
Pero en el alcalde de Boca del Río siento que deja de ser Salvador Manzur para parecer una copia (no sé si buena o mala) de Enrique Peña Nieto.
Insisto, no digo que esté mal. Es más, si se hiciera una encuesta entre las boqueñas para preguntarles si les gusta el nuevo look del edil, es seguro que le favorecería ésta.
Además, las modas y looks siempre están latentes en el ánimo de nuestros políticos y más cuando se trata de hacer una identidad que los acerque al pueblo.
Vaya, el ejemplo más a la mano que se tiene en nuestro cercano pasado es el color Rojo y la palabra Fiel, hoy, ambos, casi vetados, prohibidos, censurados cual si fuera una versión jarocha de El Innombrable, Lord Voldemort.
Los que eran Fieles, ya no son fieles... hoy, disfrutan de una gama de colores que los “mala-leche” confunden con la bandera gay o de la tolerancia (no sé realmente cuál sea su significado) y con una palabra que suena más a exhorto: Adelante.
Vaya, siendo sinceros, prefiero las actuales aunque no las comparto ni participo.
Hay más ejemplos, pequeños, pero significativos, como fue la banda que usaba en la cabeza la joven Ainara Rementería durante su campaña. Sí... la mayoría de las veces era de color roja. Le daba un toque distintivo a su persona.
En el caso de nuestra actual alcaldesa de Xalapa, ella no necesitó de un color o alguna expresión especial para su campaña. Realmente su sola presencia era el producto electoral que se vendía por síi.
Sin embargo, no pasó para nadie desapercibido el cambio de imagen que tuvo. Su corte a lo James Howlett (entre los fans a los comics “Logan” o “Wolverine”, alguna vez copiado por el diputado local Rogelio Franco), duro, seco, áspero, se perdió para que hubiera volumen y un toque más coqueto en el cabello, por así decirlo. Sus pantalones rectos y sacos cuadrados desaparecieron por conjuntos sastre que dejaban al descubierto a una mujer madura y elegante. Pensé que después de las elecciones volvería a ser Elizabeth Morales pero mantiene aún ese look de campaña. Los caballeros ganamos aunque perdiera su esencia.
Pues así como percibo, creo, imagino, que Elizabeth perdió su esencia, es la misma sensación que tengo para el alcalde Salvador Manzur con ese look copeteado, lleno de gel, que en las fotos donde aparece, uno cree ver un “Enrique Peña Nieto región IV” más que al mismo edil de Boca del Río.
Por supuesto, ninguna trascendencia tiene si se deja o no ese copete peñista si la labor administrativa en el ayuntamiento es eficiente para los lugareños. Así, con respuestas, obra, trabajo,inversión, empleo y turismo, el alcalde Salvador Manzur puede seguir con su look de Tiranosaurio-Mex, raparse como Salinas de Gortari o hasta subir unos kilitos de más (que bien le hacen falta) para parecerse a su compadre... total, los boqueños no votaron por él por su cara bonita... porque si es así, pensaría que Enrique Peña Nieto va a ser presidente sólo por eso. De plano estaríamos muy jodidos los mexicanos si lo hacemos por eso.

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