domingo, 20 de noviembre de 2011

Las Colas

Brenda Caballero

Números Rojos

Y empezó mi buen fin... me levanté temprano, me bañé, me vestí, tratando de llegar lo más temprano posible, ¡ah!, pero no vaya usted a pensar que para hacer cola en las tiendas que ofrecían súperdescuentos para aprovechar las mentirosas ofertas del buen fin... no, no, no... mi cola era para renovar mi licencia de conducir que vencía precisamente ese dieciocho.

A la mejor podía haber dejado pasar unos días, meses, o años, pero créame, todos los días, al levantarme, pienso en ser una mejor persona, y creo que ser un buen ciudadano es parte de ello.
Pero regresando a la cola, y no la mía que sigue adolorida por el curso de Tránsito, sino a las que estaban en el módulo de la Secretaría de Hacienda del Estado en Plaza Animas de la capital xalapeña, parecía que eran los mejores descuentos del Buen Fin de toda la ciudad.
Llegué corriendo a la Plaza. Iban a dar las ocho de la mañana. Me apresuré pues había pedido permiso en mi trabajo y solo tenía dos horas para hacer mi trámite.
Afortunadamente para mí, la cola más grande era para hacer cambios de propietarios, pues es un requisito para poder emplacar los vehículos.
Desafortunadamente para los demás, las colas que se están haciendo para poner el carro a su nombre, son tan grandes que hay personas que llegan desde las tres de la mañana para poder ser atendidos.
En fin, ya me había espantado, pero la última persona de la cola me señaló que no tenía que formarme allí, sino en la de al lado, ufff!!! respiré pues en la segunda solo había 4 personas.
Mientras esperaba que abrieran, platicaba con el que me antecedía quien me decía que iba a hacer solo el trámite de canje. Dieron las ocho de la mañana y el módulo de licencias seguía cerrado, pensé en la tolerancia de 10 minutos y así me dieron las ocho y media. Supuestamente abrían a esa hora, pero no fue así y seguimos esperando, mientras, mi antecesor me platicaba que acababa de llegar de Tepic, Nayarit.
Inmediatamente le pregunté si se sentía seguro en el estado, a lo que me respondió que sí, pues allá en Tepic, todos los días hay balaceras justificándolas por la cercanía de los estados de Sinaloa y Durango.
Eran las nueve y cinco, cuando iban abriendo, nos pidieron que nos formáramos para el paso uno... en ese momento, un poco molesta, le dije a la señorita que el horario de atención era de las ocho a las dos de la tarde como lo indica el cartel publicado en la dirección de internet http://www.transitodeveracruz.gob.mx/licencias.html, a lo que ella solo me contestó: “todos los módulos en el estado abren a las ocho, éste abre ocho y media, pues depende de la Oficina de Hacienda del Estado y no teníamos sistema”. ¡Óigame no, que falta de respeto!, ¿no podía abrir las puertas y mientras no tenían sistema realizar el paso uno, que consiste en sólo revisar los documentos? ¿o tal vez salir y avisarnos que no tenían sistema?¿o modificar el cartel donde se establece el horario? o a lo mejor mi antecesor se pudo haber retirado antes, y no esperar una hora para que le dijeran que no podía hacer su canje porque le faltaban requisitos. Lo ideal sería que de acuerdo a la experiencia que tienen los empleados de la empresa encargada del trámite de licencias, pegaran en las ventanas de los módulos todas las posibles preguntas y respuestas de los usuarios, para que mientras esperamos su impuntualidad, pudiéramos juntar los requisitos.

Hice mi cola en el paso dos y el tres. Esperé a que me dieran mi licencia y ¡sorpresa! un ticket impreso junto a ella me fue entregado que decía: tiempo total de proceso:10 minutos con 34 segundos, ¡jajajaja! ése sí fue el mejor chiste del Buen Fin, pues después de pasar casi 100 minutos esperando en el módulo, según ellos en 10 minutos realizaron mi trámite.
Y mi curiosidad de las súper ofertas y buen fin siguió, así que aunque a mí no me habían adelantado mi aguinaldo, al salir del trabajo, me di una vuelta por esas tiendas que estaban participando.
Para empezar, fui a esa cadena que vende herramientas, pisos, muebles y hasta plantas y que se promociona con cursos para que lo haga usted mismo... simplemente no había ni cola pues su gran promoción eran ¡20 meses sin intereses! Upsss!!! 20 meses endeudados.
Posteriormente me trasladé a esa tienda que es parte de tu vida, y allí les fue peor, pues la cajera me decía que algunos empleados ya se habían retirado por no cubrir con las expectativas del buen fin.
Donde sí se llenaron de colas y más colas fueron el súper y la Comer, ya que regresaban desde 150 a 250 pesos por comprar... lástima que los huevos, el azúcar, los frijoles y la leche no entraban en las apantallantes promociones, más bien se enfocaban a electrónicos, ropa, muebles y artículos navideños, entre otros, que pronto pasarán de temporada y que hay que sacarlos a como dé lugar.
Otros negocios medianos participaron en el buen fin, aunque no con todos los artículos de venta... algunas ferreterías decían que a precio de costo (nunca reflejado en tu ticket) y otras muy fuertes con sólo descuentos en tinacos ¡vaya gangas!
Y nuestra máxima casa de estudios no se quiso quedar atrás, y mandó la inédita promoción del Sorteo UV “Compra tu boleto y llévate una tarjeta de descuentos Siempre Universitarios”.
Cansada, muy cansada de tantas promociones, descuentos y gangas, pero sin dinero, llegué a casa, y después de ver tantas colas, solo me emocionó una: era Harry esperándome... Ése sí fue un Buen Fin.

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