martes, 23 de julio de 2013

Juárez no debió de morir y Vicente tiene que abandonar el cigarro…

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
Benito Juárez impulsó el Estado Moderno Mexicano.
Vicente Fox encabezó la Presidencia “mariguana” de la República.
Cada quien su legado; cada cual su contexto.
Del oaxaqueño vale retomar -entre otros preceptos- el de una clase política fincada en la justa medianía económica que ofrece el servicio público.
Al mismo tiempo, es preciso desmitificar a Juárez y al juarismo. Sus efigies en calles y plazas contribuyen más a la manipulación demagógica que al conocimiento de la historia.
Juárez se equivocó más de una vez; tal vez porque sólo era un ser humano.
Por tanto, es más sano y coherente leer las Leyes de Reforma; estudiar la guerra ídem; saber a ciencia cierta cuál es el contexto y el contenido del tratado McLane-Ocampo; conocer a profundidad el papel que jugaron las mentes brillantes alrededor suyo: los Ocampo, Prieto, Lerdo y anexas.
Para entender al juarismo, hay que estudiar también al porfiriato, cuyo protagonista no sólo fue paisano sino también un rival –en el marco del movimiento liberal- del hijo pródigo de San Pablo Guelatao.
Por lo que toca a Vicente debemos asumir que el terreno de la estupidez también permite -eventualmente- el nacimiento de alguna flor.
Territorio fértil para la idiotez, el foxismo nos legó la enseñanza de que la sociedad también se equivoca; pero al mismo tiempo nos demostró -en el 2000- que las dictaduras perfectas en ocasiones se pueden derribar tomando malas decisiones.
Por lo demás, el tema de la cannabis invita a informarse y reflexionar profundamente para opinar en torno suyo.
Hay indicios, por lo pronto, de que la legalización de su empleo podría ser inminente.
Se habla de una década o dos, para que los promotores de la ilegalidad en el consumo de la mariguana dejen de operarla como un negocio que genera millones de muertes pero les aporta miles de millones de dólares.
El negocio podría trasladarse –finalmente- a la producción industrial, el comercio legal y el cobro de impuestos en torno a esta droga cuyas afectaciones son menores a las generadas por el alcohol y el tabaco; por ejemplo.

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