miércoles, 24 de julio de 2013

Realeza


Salvador Muñoz

Los Políticos

El nacimiento del hijo del Príncipe Guillermo y la Duquesa Kate, despierta en muchos de nosotros ese aire de nobleza que muy en nuestro interior, tenemos.
Sí, porque de cualquier modo, sea uno de clase alta, media y bajísima, nos sentimos muy “fufurufos”, como de la realeza.
¿A poco nunca le ha dicho a su mujer “Mi reina”? ¿A poco usted, señora, en esos momentos de fogosidad, no se le ha escapado un “Mi Rey” para su marido? ¿Cuántas jovencitas no esperan encontrarse a su “Príncipe Azul”? ¿Y cuántos no nos hemos encontrado a escuinclas que se sienten unas “Princesas” inalcanzables para nuestro plebeyo ser?
¡Ah! Porque pareciera que el encontrar al “Príncipe de sus sueños” sólo está permitido para las damitas; para el varón, el pobre, el plebeyo, el naco, ¡el sueño está vetado!
Para algunos, la sangre azul se lleva en el apellido aunque no haya realeza en ello... vamos, insisto, el sueño “de pobre a Rey” no existe, pero sí el “de mendigo a millonario” o más bien, “de méndigo a millonario”, y por allí entonces surgen varios ilustres apellidos como los Alemán, como los Herrera, como los que usted quiera y recuerde.
Y es que un país tan “sui generis” como el nuestro, tener un pariente real no es tan difícil; lo difícil es que el pariente real nos reconozca.
Dígame si usted no presume a ese pariente “de sangre azul” entre sus amigos, porque como sea, de cualquier modo, le insisto, nos sentimos de realeza, y qué importa si ese pariente sea un policía (azul), sea albañil (del Cruz Azul) ¡o realmente tenga sangre azul! Bueno... no tanto sangre azul como várices, pero igual cuentan. Aunque realmente lo cabrón es presumir a un pariente que milite en el PAN, de esos blanquiazules, según su padrón, ya casi no hay... así que si tiene algún familiar panista, ¡valórelo!
No sé si sea un complejo eso de la realeza junto con sus títulos nobiliarios... ya le dije que le decimos reina a la mujer, esperamos que nos digan “Mi Rey” y por si fuera poco, al perro le ponemos “Duque”, pero hacemos menos al “Barón” o ni siquiera nos acordamos del “Sir” o del “Lord”. ¿Pero qué tal somos para hacer castillos en el aire aunque realmente nuestra casa de Infonavit sea similar al de un calabozo con hacinamiento?
Y le digo que es como un complejo porque nos gusta que la gente nos trate como Reyes pero tratamos como Tiranos a la gente.
Quizás porque desde pequeños nos inculcan esa idea cuando nos dicen que somos los “Reyes del Hogar”... en el chaval se entiende, porque al menos los niños son un Príncipe Arturo que monta una escoba convertida en corcel... y las niñas, unas princesas encaminadas a hacer cosas de Cenicienta para no molestar a su hermanito.
Pero... ¿qué nombre se le va a poner al hijo del Príncipe Guillermo y la Duquesa Kate? ¡Pues un nombre que mínimo suene a Rey!
Sí, porque hay nombres que en sí, deben ser lo más cercano a la personalidad que habrá de tener el pequeño heredero de la Corona Británica... ¡vamos! no podemos ponerle al niño Salvador o Fidel, aunque el primero suene al Rey de la Salvación Eterna y el otro suene a Rey de la Corrupción Eterna... conste: Fidel Castro fue como una especie de tirano, no sean malpensados.
El hijo de Guillermo y Kate debe de tener un nombre a la altura... como Simba, por ejemplo... bueno, no...
Quizás les guste un nombre que implique lucha, cariño, valentía... qué les parece “Rey Misterio”... ¿ummm? Tendría que usar máscara, mejor no...
¿El Príncipe del Rap? Will no es tan mal nombre aunque lo lleve un negro... ¿pero qué tan lejos está un Will de un Memo? Al final son lo mismo... claro, nos referimos al nombre...
Dudo que le pongan Tarzán pero cualquiera que tuvo infancia antes de los 70 hubiera querido ser el Rey de la Selva... ¡descartado!
Igual queda fuera José Alfredo pero estoy seguro que si el heredero de Guillermo conociera nomás la letra de “El Rey”, le ha de reclamar a su padre el porqué no le puso ese nombre...
En fin... para los nombrecitos que se ponen, no dude que nos salgan con una batea de babas en el Registro Civil inglés.
Pero, al final, no debe importarnos mucho eso de la realeza británica a nosotros, y menos a los veracruzanos, y no porque tengamos “príncipes” que heredan “tronos” políticos de sus padres cada sexenio que pasa como si fueran una copia “bien hecha” de “Nosotros los Nobles” (cien por ciento recomendable)... Señores, ¡Veracruz tiene Reyna! y no está en Palacio de Gobierno... tampoco en Palacio Municipal... tampoco en los concursos de Misses y del Mexico’s Next Top Model (donde una xalapeña concursa), y mucho menos va volando a Brasil con cargo al erario... no... Si Veracruz tiene Reyna es porque está en el estadio Luis Pirata Fuente y creánme que si no acaba como Divo, muchos veracruzanos se pondrán a sus pies... ¡Dios Salve a Reyna para que siga metiendo goles!

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