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Zona Franca
La decisión unánime del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de anular las elecciones del municipio de Las Choapas, puso en jaque a la pandilla priista que controla el poder en Veracruz y manipula a las instituciones, ya sean locales o estatales, para robar lo mismo recursos financieros que el voto de los ciudadanos.
El responsable es un cacique ranchero del sur de Veracruz.
Salvo quienes no han leído sobre él, todos saben que Renato Tronco es un pájaro de cuenta, que se roba los recursos públicos, los desvía, se enriquece, reprime al pueblo y, como si algo le faltara, hace fraude para retener la alcaldía, para imponer a su hermano Miguel Ángel en ella y para convertirse en diputado.
Hasta ahora todo le salía. Hasta este domingo se sentía parte del círculo de poder, referente del gobernador Javier Duarte en la zona rural y un pilar de la fidelidad en el sur de Veracruz.
Hasta el domingo 3 así fue. El lunes todo cambió. Sus ángeles del mal lo abandonaron, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invalidó la elección municipal en Las Choapas, y la zozobra, que a menudo se disfraza de soberbia, lo invadió.
La sala regional del TRIFE sorprendió a muchos porque es sabida su inclinación hacia el grupo fidelista, y consecuentemente también al gobierno duartista, y en gran medida sus decisiones son favorables al PRI. Puede estimar que hay irregularidades en un proceso electoral pero no siempre concede la invalidez del proceso. Menos aún ha dejado al PRI sin la gubernatura de Veracruz.
En el caso Las Choapas el resultado partió por la mitad a Renato. En cada punto encontró elementos para acreditar que el fraude existió y que los órganos electorales se prestaron a los artificios ilegales de Tronco Gómez.
En su resolución, el TRIFE observa tres niveles institucionales que convalidaron el fraude: el Consejo Municipal Electoral, el Consejo General del Instituto Electoral Veracruzano y el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de Veracruz. Los tres en su momento fueron omisos y complacientes con las irregularidades y se negaron a darle la razón al Partido de la Revolución Democrática que impugnó el proceso. Lejos de ellos, uno otorgó la constancia de mayoría para Miguel Tronco y los otros la confirmaron.
Para el TRIFE, el Consejo Municipal Electoral de Las Choapas no garantizó la seguridad de los paquetes que contenían los votos y no se cuidó que cuando estos fueron trasladados a Xalapa, se notificara oficialmente a los representantes de los partidos políticos. El TRIFE sostiene que no existe constancia de que lo hubiera hecho.
Del Consejo General del IEV, señaló que incurrió en una contradicción porque primero asegura que al ser trasladados los paquetes electorales a Xalapa no hubo ninguna irregularidad y más adelante, cuando el Tribunal Electoral de Veracruz ordena el recuento de votos, entonces hace constar que sí había paquetes abiertos y obviamente eso presumía que la votación estaba alterada.
Al mismo Tribunal Electoral de Veracruz el TRIFE le cuestiona que haya llevado a cabo el recuento de votos cuando que sabía que los paquetes electorales habían sido alterados, que muchos de ellos fueron abiertos en el trayecto desde Las Choapas a Xalapa, y aún así se realizó el nuevo conteo y cómodamente se validó el triunfo de Miguel Ángel Tronco.
El TRIFE estableció que se vulneró el principio de certeza, que es uno de los que garantizan la limpieza del un proceso electoral. No lo hubo porque los órganos le solaparon todo a Renato, no sólo en el escrutinio de votos o en el recuento, sino desde que los candidatos andaban en campaña.
La conducta delincuencial de Renato Tronco es del dominio público. Tiene encima —y nunca se lo podrá quitar— la acusación de que fue el autor intelectual del crimen del regidor panista Alfredo Pérez Juárez, el enriquecimiento descarado mientras desde la presidencia municipal le otorgaba contratos de obra, de prestación de servicios y de proveeduría a sus amigos o a la misma Unión de Ejidos 25 de Abril, convertida abiertamente en una constructora que recibe millones de pesos que provienen de las arcas públicas, o sea de dinero del pueblo.
En la campaña por la alcaldía, Renato violó toda norma de limpieza y de honestidad. Abiertamente compró el voto de los ingenuos. Creó una caravana de la verdura con la que vendía productos comestibles a bajo precio pero también de baja calidad. Envió a sus pistoleros a recorrer la zona rural con la evidente intención de intimidar, lo que dio pie a que se solicitara la presencia del Ejército y la Marina. Usó a los albañiles que trabajaban en las obras públicas como propagandistas del PRI y de Miguel Ángel Tronco y después como golpeadores que violentaron el cómputo oficial en el IEV municipal.
Ahora que le han invalidado la elección por fraudulento, Renato Tronco insiste en imponer a su hermano Miguel Ángel como candidato a la alcaldía de Las Choapas. Su argumento es que si ya la ganó una vez, la puede volver a ganar. Esa es la lógica de un cínico que se ha amparo en la complicidad del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y en la del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Renato le apuesta a que Fidel Herrera meta la mano y le garantice la candidatura para su hermano. Le apuesta a volver a operar y valerse de lo que sea para ganar. Es decir, le apuesta a robarse de nuevo la elección.
La óptica esta vez es distinta. Bajo la vigilancia del TRIFE, que ordena al Congreso de Veracruz y al IEV a convocar a elecciones extraordinarias y que le pide le dé cuentas en un máximo de tres días, los comicios de Las Choapas serán de lo más vigilado en Veracruz. Sólo Javier Duarte y Fidel Herrera Beltrán podrían avalar semejante disparate, pero como sea, si los Tronco vuelven a contender, tendrán la respuesta de los que están hartos del tronquismo el día que deban votar.
Quedará ahora al PRD y al PAN redefinir su estrategia electoral. Si van cada uno por su cuenta le estarían dando margen de triunfo a los Tronco y que se las vuelvan a aplicar. Si optan por la estrategia de candidato común, como debió ser en la elección del 7 de julio, habrán asegurado de antemano el voto de los choapenses, como tanto se les planteó pero ni perredistas ni panistas quisieron escuchar.
Por lo pronto, el TRIFE con su determinación confirmó lo que todo Las Choapas sabía: Renato Tronco se robó la elección. Por eso se la invalidaron.
(romoaya@gmail.com)(@moralesrobert)(facebook: Roberto Morales Ayala)
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