viernes, 4 de julio de 2014

Sedarpa y la carabina de…

Gabriel Arellano López
Escenario

Desde el recinto legislativo de la calle Encanto sigue promoviéndose la imagen del diputado Adolfo Ramírez Arana, a partir de la iniciativa que presentó para crear una Ley de Desarrollo Rural, pero con el propósito subyacente de posicionarlo y encaminarlo hacia la dirigencia de la Liga de Comunidades Agrarias.
Resulta válida esta estrategia para dar paso al relevo en la organización cenecista y, como ya lo hemos escrito, resultan muy loables los propósitos que enmarca la propuesta presentada ante el pleno legislativo por Ramírez Arana.
Suponiendo la aprobación de una Ley de Desarrollo Rural que se muestra generosa y valiosa en la teoría, así como la llegada de una nueva dirigencia con fuerza política a la Liga Agraria, inevitablemente hay que pensar en el rol estelar que le tocaría desplegar en el nuevo engranaje para el campo a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca en el Estado (Sedarpa).
Para nadie resulta un secreto el disfuncional manejo que ha imperado en esta dependencia bajo la tutela del muy cuestionado Emilio Martínez de Leo, cuyos mejores logros se perciben solamente en el rancho de su propiedad.
Mientras tanto, las protestas y las inconformidades en contra de este funcionario han sido pan nuestro de cada día, rayando en lo grosero su permanente indisposición para dialogar con la gente del campo.
Martínez de Leo resultó excelente para abortar miles de proyectos productivos como primer paso a su arribo al cargo. Posteriormente este tipo de apoyos han sido coartados año con año, cada vez más, al amparo de una presumible falta de recursos económicos.
Sin embargo, los propios campesinos se han encargado de desenmascarar favoritismos en el otorgamiento de apoyos al agro, al tiempo que bajo la administración de Martínez de Leo los fondos han ido decreciendo.
Esta caída de recursos le es atribuida a la incompetencia del propio titular de la SEDARPA, quien, por supuesto, se ha encargado de negarlo, tal como ahora sucede con un desmentido que le hace al diputado local Jorge Vera Hernández. Como sea, a Martínez de Leo nada se le cree.
Con esta clase de funcionarios es de preguntarse hasta dónde servirá una novedosa Ley de Desarrollo Rural o una nueva dirigencia en la organización campesina más importante del Estado. Sería una lástima instrumentar y aprobar un ordenamiento legal moderno y bondadoso para el campesinado y encumbrar en la Liga Agraria un liderazgo joven y valioso, si todo esto va a toparse con gente del estilo de Martínez de Leo.

NUMERALIA
1.- Nos aclara el coordinador parlamentario Juan Nicolás Callejas Arroyo que, en efecto, el plazo que tiene Veracruz para homologar su normatividad electoral local con las reformas aprobadas a nivel federal, vence en junio del 2015 y no en junio de 2016 como equivocadamente se consignó en el boletín oficial emitido el lunes pasado desde el Congreso del Estado. Sin lugar a dudas, se trató de un grave error que sólo contribuyó a crear mayor confusión de la mucha que ya se ha generado sobre este tema. El profesor Callejas Arroyo puntualizó que todas las modificaciones conducentes deberán quedar listas a más tardar noventa días antes de que arranque el proceso electoral local 2016 de Veracruz, esto es, en el otoño de 2015.

2.- Dice Roberto López Santoyo, director de Tránsito, que la ciudadanía debe denunciar ante la autoridad las anomalías que se presenten con las grúas concesionadas para el levantamiento y arrastre de vehículos en esta capital. El funcionario también dice que las pocas denuncias recibidas no han ameritado mayores consecuencias para los concesionarios grulleros. ¿No se preguntará López Santoyo por qué habiendo tanto descontento son pocos los ciudadanos que acuden a denunciar? ¿No conocerá la desidia y la sinvergüenza con las que son recibidas las quejas ciudadanas? Hace unos días, un grullero atravesó impunemente su vehículo, obstaculizando el paso en el tramo posterior del Teatro del Estado, frente a la primaria Ursulo Galván. Este salvaje grullero hasta la madre le mentó al pobre ciudadano que se “atrevió” a pedirle que le permitiera el paso. Enfrente de ellos, una policía vial le explicó al indefenso señor que no tenía caso proceder a nada, porque en el departamento jurídico de Tránsito simplemente le iban a pedir al agresor una disculpa verbal. Y con eso, colorín colorado con su mentada de madre se habría quedado. Esos son los criterios, don Roberto, que prevalecen entre su personal, con sus honrosas excepciones.

3.- Como si algo faltara al intenso vaivén político de las semanas recientes, ahora sobreviene la salida de Fernando Charleston, de la Sefiplan. Un cargo por demás estratégico y de absoluta confianza.

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