miércoles, 10 de septiembre de 2014

Marciano, Buganza y JL López

Salvador Muñoz
Los Políticos

Si bien, cada alcalde a veces parece “marciano”, en la idea de que todos traen una forma de administrar y gobernar, el caso de Naranjos es extraordinario porque no sólo tienen un “Alcalde Marciano”, sino que es un alien, un extraño, para la comunidad de Amatlán, tan es así que hace unos días la gente demostró que cuando se quiere, la autoridad realmente la tiene el pueblo y su presidente municipal no deja de ser su representante, pero no por ello es autónomo.
Se llama Marciano Salazar Hernández, alcalde de Naranjos, pero todos lo conocen como “El Profe Chano” y provocó que Amatlán se uniera en su contra al sonar de las campanas de la Iglesia.
Hace unos días, llegó el alcalde Marciano a dar el banderazo para la construcción de un kiosko pero con su comitiva, sin avisar a nadie de la comunidad, mucho menos al agente municipal, Enoc Mogollón Cortés. Si bien eso molestó a la gente que ve en su agente a un líder nato, el asunto se empeoró cuando por órdenes del edil, el oficial mayor del Ayuntamiento llamó a un cerrajero para quitar las chapas del Auditorio Público Municipal, estancia en disputa entre la Junta de Mejoras (gente del alcalde) y el Comité de Mejoras (gente de Amatlán).
Y estaban entre jaloneos, dimes y diretes, cuando llega la Notaria Pública Número 2, Rosaura Castillo Robledo, para dar fe de quién sabe qué.
Entonces, empezaron a repicar las campanas...
En estas fechas patrias, fácil es recordar la importancia del tañer de esas campanas: una emergencia o un peligro que pone en riesgo a la comunidad. Lo que sea. Al poco tiempo, el alcalde Marciano vio venir a varias personas, calculan 150, con palos en mano gritando consignas como “El pueblo es el que manda”, “No más imposiciones”, “Chano, apenas hasta hoy recordaste el camino a Amatlán”, “El auditorio es del Pueblo, No del Presidente”. Fue suficiente para que el alcalde, custodiado por varios policías, saliera volando de Amatlán en donde es literalmente un “marciano”, un alien, un desconocido como autoridad por un pueblo.

II
Las guardias de honor a Miguel Hidalgo y Costilla, en el parque de los Berros, por lo regular implican para los reporteros, notas seguras a temprana hora. Los discursos pasan a segundo término porque no dejan de tener “bla-bla-bla” que muchas veces no hay mucha diferencia de la mayoría de esas entrevistas.
Sin embargo, ayer, en la Guardia que hiciera la secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, el discurso de Gerardo Buganza bien pudiera considerarse como una “pedrada” para muchos que, después de que usted lea el discurso, le puede poner el nombre que quiera, pero para no alargarnos, les daré una probadita:
“Recordar la historia debe ser un auténtico ejercicio de reflexión... nunca una retórica vacía.
“Con hechos, que no dejan lugar a duda, la SIOP responde a su compromiso con el Gobernador y los veracruzanos.
“Apegarnos a esa visión y llevarla a la realidad requirió tomar decisiones fuertes...
“...afectar intereses.
“...poner orden donde no lo había.
“...replantear nuestras relaciones institucionales, incluso con los contratistas.
“...modificar procesos de trabajo y formas de pensar.
“El resultado podemos mostrarlo con orgullo:
“Obras que dormían el sueño de los justos, ahora se han reactivado para que pronto estén al servicio de los veracruzanos.
“Obras que se habían convertido en barril sin fondo de pillerías, hoy están en manos de la justicia y esperan la resolución judicial para que las recuperemos y concluyamos.
“Obras de infraestructura deportiva para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, se concluyen en tiempo y forma.
“Y obras nuevas, que son continuidad de nuestro avance”.
Baste ver atrás y podríamos identificar a más de uno en esas pillerías.

III
Citaba ayer la posibilidad de que José Luis Hernández López, aspirante a la dirigencia municipal del PRI en Xalapa, estuviera impedido por los estatutos del partido para contender y, ¡zaz! me mandan la razón por la que todo indica, nada obstaculiza al líder sindical de CMAS a serlo.
En oficio que mandan a mi correo, José Luis López renunció a la secretaría general en tiempo y forma dando explicación de su decisión: Participar en la contienda local del partido por la dirigencia.
Con ello, la tesis en que me basaba para suponer su impedimento, se vino abajo, pues. Además, si bien pudo ser dirigente del partido tras la salida de Diana Santiago, renunció al nombramiento porque ya aspiraba a ser cabeza del partido, y a sabiendas de que si ascendía, aunque fuera por un momento, no podría ser elemento de elección.
Con esto, podemos decir, que sí, me equivoqué… José Luis sí puede ser dirigente del PRI municipal.

smcainito@gmail.com

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