Los Políticos
Parte de nuestra esencia humana es la envidia... nuestras acciones, la mayoría, se mueven por este “sentimiento” natural que de seguro debe ser parte del desperfecto que se generó cuando pasamos a dos patas.
Creo que entre los animales puede darse un “dejo de envidia”... debe ser... más cuando los betas ven con recelo al alfa rodeado de las mejores hembras... incluso hay hasta disputas feroces que bien pueden acabar en feas heridas o acabar hasta con la muerte de uno de los envidiosos.
Nuestra evolución nos ha permitido en la mayoría de los casos acabar nada más en la envidia sin tener que llegar a enfrentarnos con el macho que trae a la hembra más bonita o buenota, como guste... ahora, sólo nos conformamos con pretender ser “pendejos” para acabar como el sujeto al que se envidia: “Mira a ese pendejo, qué vieja trae...”, “mira a ese, qué carrazo lleva...”, “Mi jefe es un pendejo, no hace nada y gana más que yo...”
En fin...